Una nueva policía deberá contar con salarios dignos, mucho más altos que los actuales, y con más y mejores prerrogativas sociales.
Sin embargo, la causa de la alta corrupción e irrefrenable criminalidad policial no debe reducirse a ese factor.
Soy de opinión que si a esa Policía Nacional se les asignan los mejores salarios del mundo no se superaría la corrupción que corroe sus entrañas. Su mal es crónico y multi-factorial.
Esta Policía se pudrió, está secuestrada por mafias. Por eso hablo de una nueva policía.
A este Estado le pasa lo mismo. Por eso insisto en su refundación a través de una Constituyente Soberana y Popular.
Es tonto lo de Guillermo y Abinader de prometer aumentar sueldos para que sigan robando, reprimiendo, torturando y matando con más bríos !Zafa! Previamente hay que crear, desde un proceso constituyente llamado a redefinir las características de un nuevo Estado democrático-participativo, una PN diferente.
Esa Policía deberá ser civil, ajena a la represión política, respetuosa de los derechos humanos y las libertades ciudadanas, formada en valores ético-morales bien precisos, instruida en la defensa de la soberanía nacional y popular; también deberá ser dotada de eficaces técnicas de prevención y medios modernos de investigación y persecución de la delincuencia, buenos salarios y mejores servicios sociales.
La Policía actual está controlada por bandas criminales internas conectadas a organizaciones delincuenciales de la sociedad, impregnada de despotismo y prepotencia, corroída en sus alturas por el modelo consumista y fantoche, parcialmente privatizada y, por esa vía, al servicio de ricachones, políticos corruptos, altos funcionario y empresas privadas.
Esta PN debe ser disuelta, procurando recuperar, reeducar y re-entrenar solo a sus efectivos no contaminados. Igual hay que hacer con la DNCD, la DNI y ciertos órganos de las FFAA.
Es claro que delincuencia uniformada no está en condiciones de combatir delincuencia común. Ambas son mancuernas y están protegidas por elites gubernamentales mayormente corrompidas y degradadas.
La culpa suprema de esta degradación está en las alturas del poder económico, social, político y militar-policial del país, que además de robar a granel empujan a corromperse a una parte de las bases militares-policiales y lazan a la miseria extrema a los más honestos.
Los sueldos bajos en la PN son un problema dentro de otro mayor, propio del capitalismo en descomposición y específicamente del tipo de capitalismo gansteril que arropa la sociedad dominicana.
El actual modelo policial es armónico con el capitalismo y el Estado en putrefacción.