José Rafael Sosa
La legislación actual no obliga a nadie en lo individual y familiar y comunitario a donar nada que pertenezca al patrimonio individual (libros, fotos, documentos, videos, audios y otros), por lo cual la única forma de que pueda ser preservado en especial por el Archivo General de la Nación, es por vía de su entrega voluntaria.
El AGN y las bibliotecas Nacional y del Congreso, se ocuparán del cuidado, la curación, el tratamiento para rehabilitarlos y para que puedan ser consultados por investigadores de ahora y del futuro. Las personas y familia guardan en sus álbumes fotográficos, en sus archivos y sus bibliotecas particulares, documentos que deberían estar en el AGN (al menos una copia) a fin de que se garantice su preservación y uso.
En el AGN se acaba de conformar un cuerpo de gestores de la donación documental que aboga para que puedan ser entregados estos documentos que permanecen en casa u oficinas privadas, sean textos en papel, material fotográfico, videos, audio, objetos. Hay gente que cree que un documento histórico en su casa, está seguro. No es así.
Los ámbitos familiares están expuestos a fenómenos de la naturaleza (inundaciones, huracanes y otros). Evitemos lo que pasó con la primera película de ficción de República Dominicana (La Silla, Franklin Domínguez) que estaba en una residencia particular y el Ciclón David se la llevó con las aguas que anegó sobre la capital. Una pena. Una pérdida documental dolorosa.
Donemos al AGN lo que sea de trascendencia, y no de la trascendencia de grandes personalidades. A veces una foto familiar vieja, aporta la forma de vestir de una época, aun cuando quienes aparecen en la imagen no sean figuras excepcionales.
Para donar al AGN baste llamar al 809-362-1111 y comunicarse con las extensiones 222, 231, 242 y 253, o escribir a: divulgación@agn.gob.do y alrescate@agn.gob.
