A propósito del evidente y marcado fracaso que hemos tenido los dominicanos en la lucha y combate de la corrupción y ante los tributos que corruptos y corruptores rinden a los padres de la Patria, transcribimos parte de la histórica carta que desde Caracas, el 02 mayo de 1865, dirigió el paladín Juan Pablo Duarte a uno de sus leales y consecuentes amigos y trinitario, licenciado don Félix María del Monte, a Puerto Rico.
“Mi muy querido amigo: no que escrito está: ¨Bienaventurados los que han tenido hambre y sed de justicia porque ellos serán hartos, y el buen dominicano tiene hambre y sed de justicia a largo tiempo, y si el mundo se lo negara, Dios que es la suma bondad, sabrá hacerla cumplida y no dilatarlo.¨
“Y entonces: ¡ay de los que tuvieran oídos para oír y no oyeron!, ¡de los demás que tuvieron ojos para ver y no vieron la eternidad de nuestra idea, porque ellos habrán de oír y habrán de ver entonces lo que ni hubieran querido oír y habrán de ver entonces lo que ni hubieren querido oír ni ver jamás.
“Te suplico por tus hijos y por la madre de tus hijos que no cierres tus oídos a mis palabras, porque más de un triste llora sus desventuras por haberlas oído y no por haberlas escuchado y más de una víctima tropezó con el sepulcro.
Corrupción: ¨los enemigos de la patria, por consiguiente nuestros, están todos muy acordes en estas ideas: “destruir la nacionalidad aunque para ellos sea preciso aniquilar a la nación entera y cerrarnos las puertas de la Patria, pues no somos más que unos ambiciosos que independizamos nuestros pueblo solo por ambiciosos y no tuvimos talento para hacer nuestra la riqueza ajena.¨
¨Mientras que ellos son los hombres honrados y virtuosos, quienes han tenido habilidades para hacerlo todo, hasta llamar al extranjero, muestra inequívoca de los muy amados que serán por la justicia con que han procedido y procederán para con Dios y la patria y la libertad del dominicano: en los que no están de acuerdo nuestros libertos, es en lo del amo que quieren imponerle al pueblo.¨
“Ya tú dices (y es cierto) que Benigno Rojas no es sino un Yankee y Báez que no es haitiano- galo español y la Bastida y Alfaos y manueles son Yankees”.
“Báez dizque dice que Bobadilla no es sino pandora y que Melitón es todo menos dominicano, dice José Portes que se halla en Saint Tomas y añade a esto que siendo senador, para que se callaren la boca cuando la anexión, Santana le regaló una casa ¡pobre patria!”
“Si estos son los consultores, ¡qué será de los consultados!”.
Esta situación, aunque no lo parezca, es violenta y no promete un desenlace tan suave o natural como lo esperan los necios que representan en esta comedia cuyos papeles se han repartido ellos mismos, habiendo quien se ha hecho cargo de dos y hasta tres papeles, por si acaso que a esto llaman tener previsión y mientras tanto se agita y huye el malo ¡que hace el bueno!.
“Félix, no hay reposo ya para nosotros sino en la tumba, y que pues el amor a la Patria nos hizo contraer compromisos sagrados para con la generación venidera; necesario es cumplirlos o renunciar a la idea de aparecer ante el tribunal de la historia con el honor de hombres libres, fieles y perseverantes”.