El conflicto que plantea la ética de las empresas multinacionales capaces de producir contaminación a gran escala, como es el caso de las petroleras, es visto por América Latina ahora con la causa Ecuador vs. Chevrón, por sus cifras astronómicas y la postura firme del gobierno de Rafael Correa ante lo que ha llamado el mayor fraude contra Ecuador, al tiempo que la empresa expresa sus alegados de defensa mediante la justicia internacional y planteando sus criterios en una página web.
La fotografía del presidente ecuatoriano en plena selva del entorno del Lago Agrio, levantando la mano con los residuos petroleros dejados por Chevrón, ha dado la vuelta al mundo, para llamar la atención sobre el daño que, sostiene Ecuador, contaminó 500 mil hectáreas con 330 pozos, 880 fosas con desechos tóxicos y que se afectó a 30.000 personas.
Desde el 2003, Ecuador sometió a la justicia a la empresa imputándole daños en la salud de 80 comunidades ecuatorianas, con 80 mil personas, a cinco indígenas (en muchas de las cuales se han presentado casos de cáncer, abortos espontáneos y leucemia en niños menores de cuatro años y otras afecciones), además del daño ambiental que se calculaba costaría en esa época seis mil millones de dólares.
El gobierno ecuatoriano sostiene que primero Texaco, empresa matriz, y luego Chevrón, penetró a la zona amazónica, de las manos de una una tecnología barata y obsoleta, vertiendo cerca de 64.000 millones de litros de agua tóxica con lo que contaminó 500 mil hectáreas, dejando 880 fosas o piletas llenas de desechos tóxicos, lo que afectó directamente a los pueblos originarios que vivían en la zona: Cofán, Siekopai, Waorani, Siona, Tetetes y Sansahuari. En total, fueron afectados 30 mil ecuatorianos, según la versión del gobierno de Ecuador.
Lo internacional
Ecuador solicitó que la Corte Internacional de Justicia tome acciones contra la petrolera estadounidense Chevrón, a fin de detener una campaña de desprestigio contra esa nación, cuyo fundamento es desconocer un millonario fallo judicial por contaminación ambiental.
El canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, asistirá esta semana al 68° Periodo de Sesiones de la Asamblea General de la Naciones Unidas (ONU), en Nueva York, donde aprovechará la ocasión para exponer sobre la contaminación ambiental que dejó en la Amazonía ecuatoriana la transnacional petrolera Chevrón-Texaco.
Chevrón
La empresa tiene su versión: El presidente Correa ha decidido interferir una vez más en el caso Chevrón, a pesar del recurso de casación interpuesto por la empresa ante la Corte Nacional de Justicia. Esta vez llevó a la prensa local e internacional a recorrer los sitios de los campos petroleros del Oriente y les ofreció un relato distorsionado e incorrecto de la historia de esos sitios y de quién es responsable por cualquier impacto ambiental presente.
Apunta la empresa que Texaco Petroleum Company (TexPet) remedió su parte de los sitios afectados en el área de la antigua concesión Petroecuador-Texaco, reparando 162 piscinas y seis áreas de derrame conforme el acuerdo de 1995 con la República de Ecuador.
Y alega que 1998, la empresa fue liberada completamente de toda responsabilidad futura por el gobierno y Petroecuador, al haber cumplido exitosamente con los términos de ese acuerdo.
Cualquier impacto existente en la región es de la exclusiva y total responsabilidad de Petroecuador y del gobierno ecuatoriano, hecho que las autoridades de ese país han reconocido públicamente y en privado en varias oportunidades. Cabe recalcar que Petroecuador ha sido la propietaria y operador exclusivo de los campos del antiguo consorcio desde junio de 1990.
Haga su juicio
Frente a ambas posturas, queda en la gente la posibilidad de generar juicio y procurar más información que documente el criterio final.
UN APUNTE
Juicio Crudo
La empresa petrolera Chevrón ha planteado su defensa en los tribunales internacionales y abrió una página web con los elementos de su versión que puede ser consultada en www.juiciocrudo.com
