Articulistas Opinión

El bolero

El bolero

Pablo del Rosario

En tiempos navideños sentimos el deseo de evocar vivencias románticas y tiernas que dulcifican el alma y se anidan en el corazón. El bolero fue el marco musical de esas aventuras idílicas.

La diversidad de géneros musicales que hoy escuchamos es propia de la evolución social y el poder de las redes. No obstante, existen emisoras radiales cuyas programación incluye segmentos importantes de música romántica. Puedo afirmar sin temor a equivocarme que, en el archivo musical de los que vivimos y disfrutamos esa época, prevalece el bolero.

En ese sentido, llegan a mi memoria los días en que un grupo de amigos fundamos La Casa del Bolero. Que, para no incurrir en omisiones involuntarias, me abstengo de citar nombres… pero sé que ellos al igual que yo, recuerdan esa jornada amistosa y cordial con mucha satisfacción.

A todos nos unió el interés de evitar que desapareciera la tradición de escuchar y bailar el género musical más difundido hasta ese momento. El acto inaugural se celebró en la sede del proyecto, sito en el local B5, del segundo piso de una pequeña plaza comercial, ubicada en la esquina que forman las calles Arzobispo Meriño y Las Mercedes, el 05 de junio de 2007.

Con el paso del tiempo, circunstancias imprevistas provocaron la desintegración del grupo. Sin embargo, justo es hacer constar la tenacidad de los dirigentes. Pues, gracias a la gestión emprendida para obtener el beneficio de la incorporación a La Casa del Bolero. Esta se obtuvo mediante Resolución 000106, firmada por el Lic. Francisco Domínguez Brito, Procurador General de la República, el 30 de septiembre de 2013, lo que preserva la vigencia de la entidad y posibilita retomar el propósito sin mayores inconvenientes.

Consideramos que, dada la pluralidad existente en el ambiente musical y cultural en nuestro país, seria apropiada la iniciativa de ubicar La casa del bolero, clasificada como: Asociación de Beneficio Público, en un recinto comprendido en el ámbito de la Zona Colonial. Ojalá que los términos de esta inquietud sean bien acogidos por las autoridades competentes, y se dignen responder positivamente.