Doña, yo no vuelvo a dormir en esa cama… a ese colchón le pusieron una vaina. Así reaccionaba Ana, al ofrecimiento de mi mujer para que durmiera en una cama y colchón nuevo y abandonara definitivamente la camita de faquir que tiene en el cuarto de servicio.
— A esa cosa le hicieron un trabajo, tiene dentro un animal que corre de un lado a otro.
Ana que procede del Sur profundo, es extremadamente supersticiosa. Una vez se acercó preocupada porque en el patio, había un muerto que se la pasaba martillando. La aparición de un pájaro carpintero nos ayudó a develar el enigma. Pero el rechazo al misterioso colchón nos tenía verdaderamente intrigados
Otro día, nos contó que ante la sospecha de infidelidad de su marido, visitó a un hechicero que le hizo un trabajo, por el que pagó RD$ 428.50 (por qué esa cifra… ?) Después de ese conjuro nunca tuvo más dudas. A su marido se le cayó «la naturaleza», de tal forma que ni con ella, volvió a tener relaciones.
Ana asegura que por ser melliza, tiene poderes especiales, además conoce las oraciones y los rituales especiales para «tumbar una bruja» . Nos cuenta que cuando se atrapa a una bruja hay que esperar el amanecer, pues cuando sale el sol el encantamiento se rompe y se puede descubrir la identidad de la maligna mujer. Pero… ¿y lo del endemoniado colchón qué?
Ante una mujer de tan profundas creencias, no valieron reclamos y artilugios para que aceptara nuestra oferta. Resignados, trasladamos la cama a otro lugar. Una noche escuchamos ese extraño ruido como si algo se estuviera desasiendo.
Eureka !!, era el plástico de envoltura del colchón que nunca desprendimos y que con los cambios de temperatura se pegaba y despegaba solito, produciendo un ruido sostenido y en desplazamiento.
Cuando expusimos el fenómeno a Ana, nos dijo: a mí no me engañan …. ese colchón tiene una vaina!!