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En otras palabras

En otras palabras

La amenaza de Maduro

Cuando el Tribunal Constitucional de RD emitió la sentencia 168/13 sobre nacionalidad, pocos esperaban un ataque tan alevoso de Maduro en diciembre del 2013: “el que se mete con Haití se mete con el pueblo venezolano…” Raúl Castro también enviaría un mensaje críptico, en la misma línea…

El gerifalte de Venezuela se ponía el frente de la maldita campaña que acusaba a RD de cometer el crimen de apatridia contra cientos de miles de “ dominicanos de ascendencia haitiana” para así congraciarse con poderes de Washington que movían los hilos de esa vieja conjura: despojar a RD de su derecho a definir soberanamente quienes son sus nacionales, imponer “una minoría nacional con derechos especiales”.

Maduro no se quedó en una simple declaración de cumplimiento: en la cumbre del CELAC, efectuada en La Habana en enero del 2014, a RD se le montó una encerrona por parte de Ralph Gonzálvez, primer ministro de San Vicente y Granadinas, presidente de Caricom, y estrecho aliado del congresista afroamericano Meeks.

Medina, apercibido de la trampa, respondió con un discurso firme, defendiendo el derecho soberano a definir libérrimamente el estatuto de nacionalidad -materia del dominio reservado de los estados-, a la vez que enfatizaba que a esas personas no se le podía despojar de un derecho que nunca tuvieron. Haití debía documentar a sus nacionales….

Desde luego, Medina no dejó pasar la oportunidad, para recordar la permisividad con que se trataba la masiva presencia haitiana: “cuando se trata de los haitianos… miramos para otro lado”.

Maduro, formado en la escuela de cuadros del PCC , durante el gobierno de Obama -precisamente cuando se avanzaba hacia el restablecimiento de relaciones entre EE. UU. y Cuba-, sirviendo con genuflexión a la agenda Progres Woke Demócrata, convocó de inmediato a los presidentes Medina y Martelly a Caracas.

Ese encuentro fue poco publicitado. Tenía la real intención de abordar una estrategia artera para desmontar la Sentencia 168/13, y no el diferendo aparente por la prohibición de exportaciones RD a Haití.
Al poco tiempo, percibimos como el ministro Montalvo avanzaba líneas ante diplomáticos y marcando distancia de la sentencia y augurando soluciones alternativas.

La realidad profunda es que los vínculos de Maduro con EE. UU. eran antiguos: se remontaban a la constitución del Grupo de Boston, conformado por influyentes congresistas norteamericanos y venezolanos. Pero como puede verse en estos días en que Trump calificó al presidente de Venezuela como jefe del Cártel de los Soles, eso forma parte del pasado…

Por: Pelegrín Castillo Semán
pelegrinhcastillos@gmail.com

El Nacional

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