JEREZ WHISKY
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Tres obras estelares
La inauguración de las 560 viviendas que conforman el nuevo poblado de Boca de Cachón, para sustituir la comunidad que fue destruida por la crecida del lago Enriquillo, realizada el pasado miércoles, con una inversión de 24 millones 400 mil dólares, fue calificada por el propio Jefe del Estado como una de las tres grandes obras que serán legadas como herencia de su gestión de Gobierno.
Las otras dos serán la construcción de la gigantesca urbanización de La Barquita, para alojar a las miles de familias que durante décadas han sido afectadas por las continuas crecientes del río Ozama, cada vez que llueve intensamente, así como el Sistema del 911, para garantizar la seguridad ciudadana y atender las emergencias que sufra la población a nivel nacional.
El nuevo poblado de Boca de Cachón, cuyas casas serán entregadas exclusivamente a las familias previamente censadas, está dotado de todas las instalaciones necesarias para una vida digna, al tiempo que recibirán a corto plazo, del Instituto Agrario Dominicano, tierras suficientes para dedicarlas a la ganadería y a la producción agrícola, como anunció el Ministro Administrativo, José Ramón Peralta en su discurso inaugural..
Estas tres grandes obras son la mejor prueba de que el Presidente Medina es un hombre en cuya palabra se puede confiar, ya que está haciendo lo que nunca se había hecho, tal y como lo prometió en su campaña electoral.
Pero es necesario que el Gobierno disponga medidas enérgicas, para que las nuevas casas de Boca de Cachón no puedan ser vendidas ni transferidas a ninguna otra persona, con excepción de las familias beneficiadas, para evitar lo que siempre ha ocurrido, desde 1966 a la fecha, en que las viviendas construidas por los gobiernos, al poco tiempo, en su gran mayoría, son vendidas por beneficiarios desaprensivos, y el mejor ejemplo de ello es la urbanización Las Caobas, en esta capital, donde se asentaron las familias de La Ciénaga, quienes las traspasaron, a precios irrisorios, porque nada le costaron, y volvieron a vivir en la margen occidental del río Ozama, de donde se les desalojó, y aún permanecen en condiciones infrahumanas.
Y hasta el próximo domingo con más Jerez y más Whisky
