Por: JEREZ WHISKY
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Los dos pilotos del PLD Danilo y Leonel
El Partido de la Liberación Dominicana puede compararse con el más moderno de los aviones comerciales que actualmente surcan los cielos del mundo, como lo demuestran sus últimas contundentes y sucesivas victorias electorales a partir del 2004.
Esto se debe a múltiples factores, sobre todo la disciplina y cohesión interna que ha podido mantener a toda costa, a sus programas de gobierno y a su sintonía con las necesidades y aspiraciones de la mayoría de la población, muy especialmente a los dos avezados y experimentados pilotos con que cuenta, me refiero al ex Presidente Leonel Fernández, actual presidente del partido morado y al presente Jefe del Estado, el licenciado Danilo Medina, un hombre que ha puesto su oído en el corazón de la ciudadanía y está haciendo lo que nunca se ha hecho.

Hoy por hoy, y en una situación inédita en nuestra historia política, la popularidad y aceptación de la población con que cuenta el Presidente Danilo Medina supera el 80% de la preferencia electoral, lo que permitiría su fácil reelección, de no existir un impedimento constitucional en su contra.

Por eso el doctor Leonel Fernández es el candidato prácticamente imbatible para la consulta de la voluntad popular en el 2016, como lo será, salvo circunstancias excepciones, el licenciado Medina en el 2020.

Dicho lo cual consideramos extemporáneas y contraproducentes, la proliferación de aspirantes a la candidatura presidencial del partido morado para los comicios venideros, aunque los que quieran hacerlo están en su pleno derecho, porque volviendo al símil del avión ultramoderno, estos dirigentes peledeístas son miembros de la tripulación del aparato, que contribuyen con su trabajo al éxito del vuelo, pero no lo determinan, por lo cual deben tener paciencia, no desesperarse y esperar su oportunidad, para mantener la imprescindible disciplina partidaria y evitar verse en el espejo de su principal contendor el PRD, víctima de las irreconciliables luchas de tendencias, en medio de una insuperable división y al borde de su extinción.
Y hasta el próximo domingo, con más Jerez y más Whisky.