
Los medallistas de oro, plata y bronce de las Olimpíadas Especiales, junto a miembros de la selección juvenil que participaron en el torneo celebrado con cientos de atleas y gran brillantez en Sebelén Bowling Center.
Saber y saberlo demostrar, es valer dos veces”.
Baltasar Gracián
“Saber vivir sin prisa es una manera de ser rico”.
Bonnie Friedman
Con gran éxito, entusiasmo y armonía finalizaron las competencias de boliche de los Juegos Nacionales de Olimpíadas Especiales, donde los participantes se despidieron del evento al grito de “sí se puede, si se puede”.
La justa tuvo como escenario las instalaciones del Sebelén Bowling Center, donde una vez más queda demostrado que el deporte es una actividad donde los seres humanos pueden demostrar sus habilidades sin tener en cuenta sus condiciones como atletas especiales.
Los atletas celebraron las medallas que ganaron en las diferentes modalidades del boliche y recibieron todas las facilidades del centro deportivo.

Desde la izquierda, Orville Campbell, Rosalía Guzmán (atleta unificado) y Gustavo Vargas.
Primer lugar
En la rama masculina el equipo integrado por Orville Campbell, Gustavo Vargas y Rosalía Guzmán, conquistaron el primer lugar con 830 pines.
En segundo lugar Ligher Parra, Anthony Hidalgo y Paula Morín, con 782 .
En la rama femenina la medalla de oro correspondió al equipo conformado por Annette López, Génesis Graciano y Luis Mckinney con 707 pines, en segundo lugar Claudia Moquete, , Ana Paveelis peguero, con 684.
Los jugadores más destacados del torneo fueron Orville Campbell y Annete López, con tres medallas de oro, en sencillos, dobles y por equipos, donde dominaron la justa.
Luego de finalizar las competencias se llevó a cabo la premiación a los atletas especiales más destacados del torneo de boliche de los Juegos Nacionales.
En la primera jornada los atletas Orville Campell, en masculino y Annette López, en femenino ganaron la medalla de oro. Orville triunfó con una anotación de 121 y 172, para sumar, 293, resultando el jugador de mayor porcentaje en la primera jornada de boliche.
Hasta mañana, si Dios quiere, dominicanos