El inicio del año escolar es más que una fecha en el calendario: es un pacto entre familias, docentes y el Estado. El ciclo 2025-2026 arranca con una agenda de trabajo que el presidente Luis Abinader y el ministro de Educación, Luis Miguel De Camps han decidido aterrizar con rigor y sentido de urgencia. No se trata de improvisar, sino de ordenar prioridades para que cada niño y joven se encuentre con una escuela abierta, digna y lista para enseñar.
Se ha cambiado el abordaje al desarrollo educativo a uno más holística e integral con cuatro ejes de trabajo a través de los cuales se está fortaleciendo nuestro sistema: infraestructuras y cupos; recursos humanos y capacitación; equipamientos y materiales; y bienestar estudiantil.
Para garantizar asiento a todo el que lo necesite, el gobierno habilitó una plataforma de prerregistro, se inauguraron 441 aulas este año, con 28 centros adicionales proyectados, y, donde haga falta, se añadirán aulas móviles y espacios arrendados. Este plan se acompaña de mantenimiento y adecuaciones en los planteles con miras a un inicio escolar ordenado el lunes 25.
En calidad educativa, el ministro De Camps colocó la Evaluación del Desempeño Docente como prioridad nacional, un paso clave para reconocer buenas prácticas, identificar brechas y orientar la formación continua.
En lo curricular, el Consejo Nacional de Educación aprobó incorporar Educación Moral, Cívica y Ética Ciudadana de forma explícita en todo el sistema, fortaleciendo valores y ciudadanía responsable desde primaria hasta secundaria. Además, el ingreso a las aulas desde los 3 años ampliará la cobertura inicial y ayudará a ordenar el tránsito educativo de miles de familias.
El bienestar también cuenta para aprender. Desde el primer día se ha dispuesto el desayuno escolar para todos los estudiantes. En paralelo, se adelantó la entrega gratuita y universal de utilería escolar (mochila, útiles y uniforme). Una medida con impacto social demostrado, que alivia el bolsillo del hogar. También se activarán jornadas de salud que alcanzarán a más de 200 mil alumnos durante el año. Son decisiones concretas que quitan barreras y devuelven tiempo de calidad al aula.
¿Hay desafíos? Claro. Los habrá siempre en un sistema tan grande y diverso. Pero convertir el inicio de clases en un ring político, como se ha hecho históricamente, no ayuda a nadie. La crítica responsable es necesaria; politizar el tema, no. Lo sensato es sumar: padres que acompañen, maestros que enseñen, directores que abran puertas, sector privado que coopera y autoridades que rinden cuentas. Este lunes, la mejor bandera es la de nuestros estudiantes. Hagamos de este año escolar uno exitoso por el bien —y el futuro— de la niñez y la juventud dominicana.
Por: Orlando Jorge Villegas
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