Desde hace un lustro, varios tribunales civiles del Distrito Nacional, han evacuado sentencias que pronuncian la pérdida de los derechos de los esposos, en proceso de partición, de bienes que han ocultado en detrimento de la comunidad matrimonial. El hecho de que una de la pareja engañe a la otra, distrayendo efectos mobiliarios e inmobiliarios para impedir que sean distribuidos en partes iguales, origina que el cónyuge que actúa de mala fe no tenga igualdad a la hora de partir la masa común patrimonial.
La infidelidad financiera entre esposos, generalmente proviene del marido, conforme a los veredictos de los jueces apoderados de las demandas en partición de bienes. El artículo 1477 del Código Civil es muy claro al respecto cuando señala: “cualquiera de los cónyuges que haya distraído u ocultado algún efecto de la comunidad perderá el derecho a su porción en dicho efectos”.
La demanda en partición entre esposos prescribe a los dos años. Transcurrido este plazo, cada cónyuge conservará los bienes que están en su posesión. Los bienes adquiridos por herencia no entran en la comunidad matrimonial. Algunos esposos han intentado demandas exigiendo el lote hereditario de una de la pareja, pero sus pedimentos han resultado frustratorios, pues los magistrados del orden judicial han estatuido rechazando tales pretensiones.
En la partición del activo, cada uno de los esposos o sus herederos sacan de la masa de bienes: 1- sus bienes personales que no hayan entrado en comunidad, si existen en naturaleza o los que hayan adquirido en su reemplazo; 2- el importe de sus inmuebles que se hayan enajenado, durante la comunidad, sin que se le haya dado nueva inversión, 3- las indemnizaciones que se le deban por la comunidad.
Muchos matrimonios tienen el conflicto de que una de la pareja utiliza maniobras para ocultar bienes, muchas veces colocan dinero en bancos a nombre de un testaferro o forman compañías, para impedir que los mismos entren en un proceso de partición en el momento que se produzca un rompimiento. El engaño llega al extremo de que los esposos ignoran cuánto gana cada quien.
Conforme a estudios realizados en los Estados Unidos, seis de cada diez personas, no expresan sinceridad a su compañera o compañero, sobre los valores obtenidos en su trabajo o negocios. Para Warren Buffett, inversionista y empresario norteamericano, la comunicación y la sinceridad son factores imprescindibles para que la planificación financiera funcione de verdad. Eso implica que cada quien debe poner sobre la mesa el detalle de todos sus ingresos, además de sus gastos y deudas.