El debate moral y ético sobre el aborto viene dándose hace ya varios años en el país, pero en la actualidad ha cobrado fuerza con la observación que el Poder Ejecutivo hizo con Código Penal. Como en el pasado, las voces a favor y en contra no se hicieron esperar, las sectas se unificaron en una sola dirección y bajo un único argumento “El derecho a la vida”. Pero el derecho a la vida de quién? De la madre o del feto.

Esa es la interrogante que deja sin aliento a los promotores de esta teoría, que por demás, muchos de ellos han incentivado o provocado abortos clandestinos.

Otros de los que se oponen al aborto terapéutico nunca han tenido la experiencia de tener que decidir entre la madre de tres hijos y un feto, pero asumen el papel de “coristas” en procura de hacerse los graciosos ante las cúpulas de las iglesias, pensando en que eso podría generarle votos y simpatías electorales.

Abortar o no debe ser una decisión personal de las mujeres, porque todo hijo debe ser deseado y no impuesto ni obligado.

El aborto debe ser legal porque la mujer tiene derecho a decidir sobre su propio cuerpo, además de que reduce la cantidad de abortos clandestinos y por lo tanto el porcentaje de muertes por esa causa.

Estamos de acuerdo con el aborto terapéutico porque creemos que la vida existente que es la vida de la madre debe ser priorizada a la del feto.

Pensamos que el aborto terapéutico es aceptado cuando la vida de la madre está en grave peligro y la del hijo no se va a desarrollar con normalidad, ejemplo cuando el niño tiene anencefalia (el cerebro del niño no se ha desarrollado), para que esperar que el niño nazca si va a morir a los pocos días, el negar estos derechos de las mujeres y más a las de escasos recursos, viola los derechos humanos básicos de las mujeres

Es inhumano no legalizar el «aborto terapéutico» cuando un embarazo pone a la mujer en peligro de muerte o traumas permanentes

Pero lo más brutal e inhumano permitir que una mujer tenga el hijo producto de una violación, por ello, para estos casos, debería legalizarse el aborto llamado «sentimental».