Reportajes

Ética y tráfico de influencia

Ética y tráfico de influencia

En vasto escenario del surrealismo trágico dominicano puede ocurrir que se incurra en gastos enormes para un acto reeleccionista en el cual el caudillo principal no va a pronunciarse en esa dirección, organizado por gente elegida por el pueblo para otra función distinta como es la de legislar en su favor y no en pro de burlar una Constitución que ellos mismos aprobaron.

En el inédito y enigmático Manual de Operaciones Políticas del doctor Joaquín Balaguer- un mapa mental de tácticas y estrategias a su servicio-se encuentra claramente formulada la idea que consiste en decir una cosa y hacer justamente la opuesta.

Toda la pericia, toda la astucia y la probada aplicación sobre el terreno de un hombre con toda una vida dedicada al Estado no jugaba nunca a las improvisaciones.

El jugador alerta conoce el momento de atacar y de pactar. Ese sistema ajedrecístico claramente desconcierta a amigos y enemigos.

A los amigos, entre los cuales pudiera haber traidores o gente capaz de filtrar secretos por no poderlos soportar en su cabeza (todo secretismo produce algún tipo de opresión interior y los hay que constituyen una verdadera hoya de presión psicológica) y a los enemigos como parte de un juego de movimiento de piezas que procuran el jaque mate final.

En el Arte de la Guerra, del  muy competente general chino Zun Tsu que vivió en su país hace cinco mil años, se expresa asimismo la necesidad de desmaterializarse, de hacerse invisible para el enemigo, de mostrarse lo menos posible.

El anuncio de un plan de austeridad con nombramientos a una escala cada vez mayor en medio de una crisis económica que mantiene secas las golpeadas arcas de un creciente número de dominicanos, cifrado en millones de personas, no se entiende  ni que lo vinieran a explicar los más consagrados economistas.

A menos que éste haya salido desde las páginas mismas de las 48 Leyes del Poder, un bien estructurado y acabado manual sobre cómo tratar los asuntos políticos a nivel incluso corporativo.

Se creía que ciertamente estábamos en una crisis económica  agravada, al menos para una parte considerable de la población, mientras otra se regodea en sus ganancias.

Pero los nombramientos de funcionarios incluso a nivel de viceministros desmiente esa falaz versión.

Estamos alcanzando, halando por el borde mismo, la prosperidad si vemos estas designaciones a granel y si entendemos algo de lo que es la política criolla mitad misterio y mitad “folclore”.

Cuando el oleaje preocupante, con capacidad para el colapso, de las tempestades financieras del 2008 una serie de inversionistas del Cibao afines al presidente,  en vez de resentirse de la dureza de la crisis, se hallaba ampliando el horizonte hasta el nordeste y con la intención de invertir en una cementera en un área que ya conoce el mundo entero por su gran belleza.

Alguien refutó ese ensueño inversionista y entendió que en realidad lo de la cementera en las proximidades de Los Haitises  no era más que una táctica destinada a instalar, con aprobación subterránea de por medio, el funcionamiento de la empresa minera Barrick Gold. Hoy dicen que no se trata de eso y que la minera se iba a instalar como quiera en la medida en que cuenta con  áreas de poder decisivas.

Esa estrategia funcionó y hoy la Barrick se explaya en unas relaciones públicas a nivel nacional con propagandas y otros tipos de ablandamientos constantes y sonantes.

UN APUNTE

Oleaje preocupante

Cuando el oleaje preocupante, con capacidad para el colapso, de las tempestades financieras del 2008, una serie de inversionistas del Cibao afines al Presidente,  en vez de resentirse de la dureza de la crisis, se hallaba ampliando el horizonte hasta el nordeste y con la intención de invertir en una cementera en un área que ya conoce el mundo entero por su gran belleza. Pero esto escondía la instalación y operación de la Barrick Gold en Cotuí.

El Nacional

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