Un estudio sobre la calidad del gasto educativo sugiere que los aumentos salariales a los maestros estén condicionados a que pasen por una evaluación de su desempeño.
Será difícil que en un sistema tan politizado pueda implementarse con seriedad un filtro de tal envergadura, pero si se quiere impulsar la calidad de la enseñanza la fórmula no se puede descartar. Los maestros necesitan de buenos salarios que les permitan vivir y superarse.
Pero la realidad es que los sueldos y los aumentos se han efectuado sin otro criterio que la carestía del costo de la vida. Jamás a los maestros se les ha sometido a un riguroso proceso de evaluación para determinar si son merecedores de los reajustes salariales.
Para guardar las apariencias en muchos casos se les han solicitado títulos académicos, sin determinarse si están dotados de los necesarios conocimientos.
El estudio que sugiere condicionar las alzas de sueldos a la evaluación por desempeño debe ser bien analizado por las autoridades de Educación y por la Asociación Dominicana de Profesores (ADP). Hay no solo que mejorar la calidad de la enseñanza, sino suprimir el barril sin fondo que representa el gasto educativo.
