Según un estudio del Banco Mundial la crisis de la educación dominicana es mucho más grave de lo que se pensaba. Por el costo y los equipos se creía que en los centros privados la educación era superior a la de las escuelas públicas, pero resulta que el bajo nivel académico es común a ambos sistemas.

Aunque tal vez no sea como para concluir que tan mala sea una como la otra, lo del bajo desempeño de los centros de ricos pone el foco en el sistema de enseñanza.

Pero más particularmente en un aspecto: el maestro. Si no se disponen de los educadores aptos y con vocación para cumplir la misión de poco sirven los palacios y las herramientas para la enseñanza.

Por aquí podría servir de consuelo que el fenómeno no es exclusivo de este país, sino que es común casi a todas las naciones de América Latina y el Caribe.

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Pero de todas maneras es igualmente preocupante, porque siempre se ha reconocido el peso que tienen las variables socioeconómicas en la calidad de la educación.

El estudio, también sustentado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), arrojó que el 98 % de los estudiantes dominicanos más pobres y el 81 % de los más ricos tuvieron un bajo desempeño.