BOGOTÁ. AFP. La guerrilla de las FARC irrumpió en el 2011 con un ataque el viernes a un poblado del sur de Colombia que dejó nueve muertos, y un mensaje de su máximo líder, Alfonso Cano, opinando sobre dos proyectos de ley para reparar a las víctimas del conflicto interno.
Rebeldes de la columna Teófilo Forero de las FARC intentaron atacar hacia las 18H30 locales (23H30 GMT) la estación de policía del municipio de San Vicente del Caguán, en el selvático departamento de Caqueta, según informó el comandante militar de la zona, general Juan Carlos Salazar.
En el intento, señaló el jefe militar a la radioemisora Caracol, se encontraron con una unidad militar que los enfrentó. En los combates murieron cinco rebeldes, tres militares y una civil menor de edad. Además, resultaron heridos otros cuatro uniformados y un habitante del pueblo.
El comandante de Policía de la población, coronel Carlos Barrios, aseguró que tras los combates el Ejército logró hacerse de una ametralladora y tres fusiles y decomisar dos de los vehículos en que se movilizaban los rebeldes.
El ataque a la población del sur de Colombia, sede de unas frustradas negociaciones de paz entre las marxistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002), es el primer enfrentamiento de envergadura en lo corrido de 2011.
El ataque se dio el mismo día en que se divulgó por internet un video en el que el máximo líder de las FARC, Alfonso Cano, pidió prestar «especial atención» a dos proyectos de ley en debate en el Congreso, presentados por el gobierno, que beneficiarían a las víctimas del conflicto interno.
En un mensaje divulgado por la agencia de noticias Anncol (www.anncol.eu), Cano se refirió a los proyectos de reparación a las víctimas del conflicto interno y de restitución de tierras.
«Ambos temas necesitan de bases ciertas y manejos serios si (el gobierno) pretende contribuir de verdad a la solución del conflicto», dijo Cano.
El líder rebelde señaló que en la reparación a las víctimas «el punto de partida debe ser un reconocimiento de los partidos políticos tradicionales de su responsabilidad en el inicio de la confrontación armada».
«Ese reconocimiento desataría inmediatamente un proceso de reconciliación basado en la verdad», enfatizó Cano, en un inusual discurso donde primó un mensaje político al tradicional discurso belicista.
Cano, que asumió la dirección de las FARC tras la muerte de su fundador Manuel Marulanda (‘Tirofijo’) en 2008, dijo sin embargo desconfiar de que los actuales congresistas aprueben unas leyes que favorezcan a las víctimas del conflicto que padece el país desde hace medio siglo.

