Las escaseces predominan y se agravan en Cuba, donde no ha estallado una poblada contra el orden socio-político instaurado principalmente por la comprensión del inhumano bloqueo económico-financiero y comercial de Estados Unidos y su inspiración en el líder histórico de su Revolución, Fidel Castro Ruz. Ese prodigio comprueba el poder de la ideología y los sistemas de valores para mantener el control del Estado.
Por las carencias, miles de cubanos emigran a distintos países, entre ellos República Dominicana, donde son recibidos con respeto y fraternidad, en una reciprocidad que se remonta a la concurrencia de dominicanos en la guerra por la independencia de Cuba, comenzando con Máximo Gómez, Generalísimo del Ejército cubano.
En el exterior, la mayoría de los nativos de la patria de José Martí emprenden negocios y son asalariados, para mandar remesas a la mayor isla de las Antillas, por online o redes ilegales, desconociendo las sanciones impuestas por Estados Unidos.
A nueve años del fallecimiento de Castro Ruz (25 de noviembre de 2016) y en la antesala del centenario de su nacimiento (13 de agosto de 1926, la Revolución se ha mantenido contra viento y marea, bajo los pilares de su liderazgo inspirador: visionario en su convicción de justicia social, creativo en su arrojo con inteligencia emocional, optimista y carismático en la autenticidad del desprendimiento, pasión en el pensamiento crítico y estratégico, integridad en la solidaridad, capacidad organizativa y responsabilidad en la prédica con el ejemplo heroico.
Desde 1963, nacionalizó las empresas privadas, alfabetizó, distribuyó tierras a campesinos, y progresó en el acceso gratuito a la educación y la salud, la igualdad de género, la cooperación médica internacional, la biotecnología, la industria farmacéutica, la preservación del medioambiente y proclamó que “La deuda externa es impagable”.
Los proyectos socio-políticos y la universalización de los servicios básicos han marchado obstáculos. El pensamiento y la obra de Castro Ruz han sido un aliciente para sobrevivir con dignidad en el anca de yerros propios de gestiones complejas y principalmente por un bloqueo que ha dejado pérdidas por más de 2 billones de dólares.
Resplandecen como luz en la tiniebla la creación de conciencia, de una estructura político-militar y la rememoración de los discursos extensos y emocionantes del comandante en jefe de la revolución cubana. Han sido la clave para que las protestas callejeras no se conviertan en pobladas.
En esta coyuntura en que Cuba urge de solidaridad, la UASD conmemorará el centenario del natalicio del líder histórico que el 24 de agosto de 1998 recibió de esa academia el título de Doctor Honoris Causa. Ese evento invita a un respaldo solemne, en gratitud de quien se desvivió por una Cuba preferible, una RD libre y un Tercer Mundo más óptimo.
