Catalejo

¿Fiesta de la democracia?

¿Fiesta de la democracia?

Anulfo Mateo Pérez

Continúa la “fiesta de la democracia”, ahora con las elecciones presidenciales y congresuales, que se engalanan con candidatos millonarios o que aspiran a serlo. Nos solazamos en “absoluta paz y confraternidad”. ¿Quién soñó jamás con un paraíso como en el que vivimos, con candidatos potentados que sonríen?

Mientras ellos besan y abrazan, aseguran sus fortunas… y, naturalmente, la vida miserable de los de abajo, mientras otros anhelan que el látigo “cambie” de mano… para segur lastimando a los olvidados de siempre. Como los mosqueteros de Alejandro Dumas, son “todos para uno y uno para todos”.

Muchos cambian de chaqueta, propio del oportunismo, para tener acceso a los privilegios de los que están “subidos en el palo”.

Su democracia es perfecta: auspician candidatos de derecha, centro-oportunistas, izquierdistas arrepentidos, tránsfugas, narcotraficantes, intelectuales reformadores, iletrados y algunas golondrinas.

 Un amasijo de esa naturaleza sólo se digiere con manipulación mediática, falsas promesas, mentiras multicolores, prebendas… que les garantiza la impunidad y el control de los tres poderes de un Estado en descomposición.

Vivimos en una realidad alucinante, con violencia de género, inseguridad ciudadana, corrupción de Estado, narcotráfico, consumo de drogas y sicariato, apadrinada por líderes de un sistema empobrecedor.

En este proceso de disolución de la sociedad y el caos en progreso, sumado a una crisis económica global, la gente ha ido perdiendo la fe en el presente y en el porvenir, sumida en la desesperanza.

Nuestro Poeta Nacional, don Pedro Mir, siempre puso el dedo en la llaga, con absoluta razón: Este desdichado país, situado en el mismo trayecto del sol, es “…Sencillamente triste, triste y torvo, triste y acre”.