A duras penas sigue latente y en franco deterioro la izquierda latinoamericana, metamorfoseada para ayudarse a sí mismo y no como la “salvadora de los pobres”. La gente en el siglo XX se unía a ella movidas principalmente por las urgencias materiales. Ante tanta pobreza, promovían la lucha armada de los pueblos para vencer a los explotadores capitalistas que la generan, e insistiendo en ponerlo todo en común.
Sin embargo, han dejado nítida constancia de que su preocupación social ha sido eslogan, pues su verdadero fin es robarse los bienes públicos, quebrar el Estado, y acelerar la pobreza de sus “defendidos”.
Abandonaron lo epopéyico y se aprovecharon del espacio democrático para prometer el bienestar de los marginados, y por segunda vez la región le “compró” el huero discurso terminando en grandes decepciones: más pobres, corrupción, descalabro económico y regímenes autoritarios.
Se han convertido en bárbaros, pero afortunadamente van cayendo como fichas: Paraguay, Bolivia, Perú, Ecuador, Argentina, Honduras; Chile; Colombia en las puertas de salida, y la Venezuela del “Chavato” en horas finales; igualmente la Cuba del castrato, tan enferma que parece insalvable…. Han dejado sus países arruinados y en total desamparo. Y es que la democracia, la libertad, y el manejo económico deben caminar de la mano.
Así que, al parecer, pronto terminará de marchar lo que queda dejándonos libre el camino para limpiar toda la suciedad acumulada. También como corolario la guerra ha puesto al descubierto las fanfarronerías de su brazo armado: el ejército ruso se ha visto hundido en Siria y humillado en Ucrania, con millones de soldados muertos y heridos; centenares de miles de millones de dólares perdidos en equipos militares convertidos en chatarras, la economía en apuros, y ahora la guerra en el propio territorio ruso, en donde la “épica” Rusia ha necesitado de mercenarios coreanos, cubanos, y africanos para desalojar un enclave capturado por valientes soldados ucranianos. Un final de película!!

