Opinión

FUTBOL SOLO FUTBOL

FUTBOL SOLO FUTBOL

Cuarenta y ocho centésimas

 

Si bien es cierto que lo bueno del juego es ganar y no el perder, no podemos perder la óptica porque el éxito y el fracaso son dos grandes impostores.
Esto es tan así que -desafortunadamente- la mayoría de las personas no toman en cuenta que, la distancia que separa al éxito del fracaso es ínfima.
Interesados en reforzar este concepto, recurrimos a la historia hazaña lograda por nuestro Félix Sánchez el 28 de agosto del año 2004 en Atenas.

En esa ocasión, el gran Félix gano la medalla de Oro Olímpico con un registro de 47.63 segundos, superando al jamaiquino Danny McFarlane, quien corrió la misma distancia en 48.11 segundos.

Félix entro en la historia y a sus 38 años anunció su retiro del atletismo pero, lo ha hecho lleno de gloria. A tal punto que el estadio deportivo más emblemático del país lleva su nombre, en tanto que pocos -posiblemente nadie- recuerdan el gran esfuerzo realizado por McFarlane, quien que se quedó con la presea de plata.
La diferencia en esa carrera entre Félix y Dany, fue de tan solo 48 centésimas de segundos. Casi nada. Pestañar y ganar, dejar de hacerlo y perder.
Pero lo cierto es que, a doce años de ese suceso, Félix Sánchez es una leyenda viviente, respetada, venerada y hasta endiosada, en tanto que Danny McFarlane entró en el olvido.

En el mundo de nuestro querido fútbol pasa exactamente lo mismo. Los medios de comunicación y los comunicadores especializados solo se ocupan de los equipos ganadores, de los que son exitosos y establecen marcas.

Nadie toma en cuenta -por ejemplo- a los jugadores del modesto equipo de Troyes en Francia (mi ex equipo cuando jugaba allá) que entrenan las mismas horas y en condiciones menos favorables que sus colegas del Paris Saint Germain y ninguno asiste a sus prácticas, mientras que los campeones viven acosados por los periodistas.

Otro ejemplo revelador es lo que acaba de suceder en Italia. Ahí, el histórico equipo de Juventus acaba de ganar su quinto título de campeón en forma consecutiva pero, ese mismo equipo, en el mes de octubre pasado atravesó el Niágara en bicicleta, a tal punto que llegaron a ocupar el puesto número 14 en la tabla de posiciones.

En su momento, sobre Juventus llovieron las críticas y el entrenador salvó su puesto milagrosamente. Con los mismos jugadores, con el mismo entrenador y con los mismos métodos terminaron ganando un nuevo “Scudetto”.

Esto no hace más que revalorizar la frase que reza: El éxito no radica en ganar siempre, sino en no desanimarse nunca.

Grandes y reconocidos pensadores han escrito acerca del éxito y del fracaso. Una de las frases más reveladoras e impactantes que recuerdo es la que produjo el escritor británico Joseph Rudyard Kipling (1865-1936), quien en el año 1907 recibió el premio Nobel de Literatura.

Kipling decía que, tanto el éxito como el fracaso eran dos grandes impostores y que a ambos había que tratarlos con la misma indiferencia.
Esto alude a que, si cuando ganas te consideras Dios, cuando pierdes serás el Diablo.

Todos, absolutamente todos deberíamos entender que el éxito no es la clave de la felicidad, sino que la felicidad es la clave del éxito…Disfrutar intensamente de lo que realizamos cotidianamente es una bendición de Dios.

El Nacional

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