Qué era hacer oposición para el PRM hace apenas 5 años? Simplemente el «arte» de decir algo ayer, y luego hacer lo contrario. Ese partido sentó cátedras en el enfrentamiento cotidiano. Sus dirigentes fueron «geniales» en la crítica ácida. Nada los detenía pues para los perremeístas la frase «El hombre es amo de su silencio, y esclavo de sus palabras», la dijo alguien que no contó con su asesoría para salir con ese «adefesio».
Igualmente, eso de que, “Una cosa es con guitarra y otra es con violín”, a esa parcela proselitista le importa un bledo, pues sus directivos sólo tocan la tambora.
Lo cierto es que el PRM fue tan lisérgico mientras esperaba para ir al bate, que hoy se puede «constituir» una «Galería de Pomposos» con las extravagancias y los absurdos con que se destapaban los oficialistas cuando estaban abajo.
Para verbigracia que basten los discursos de José Ignacio Paliza en el congreso. El ministro palaciego «lanzaba fuego» cuando se hablaba de la deuda externa. Actualmente, se refiere al tema obviando ese pasado. Otro ejemplo de incoherencia lo representa Guido Gómez Mazara, quien se subió a un podio con más de 50 adjetivos y sustantivos anotados, y desde allí se los lanzó a la cúpula del PRM. Ahora como director de Indotel ve a la opinión pública como un ente afectado de amnesia.
Lo de José Rijo Presbot es de récord Guinness. Este vitriólico funcionario le dijo al gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, simulador, fabulador, entre otros epítetos; ya en el gobierno, guarda un silencio más pronunciado que el existente en un convento de monjas de clausura.
Faride Raful siempre se quejaba de los estresantes tapones. Al asumir como funcionaria le dijo «adiós» al congestionamiento vehicular desplazándose con franqueadores.