Gustavo Petro,
Presidente de Colombia.-
Son tantos los percances con los que ha tenido que lidiar que las perspectivas de que termine su mandato suelen tornarse difusas. El Congreso ha retomado una investigación sobre el posible financiamiento ilegal y superar el tope de gasto de su campaña. El caso de su hijo y otros elementos por lo menos arrojan interrogantes.
Ayanna Pressley,
Representante Massachusetts.-
No deja de extrañar que sea ahora cuando reclame públicamente al Gobierno de su país que retire su apoyo al despliegue de una fuerza internacional en Haití. Ella y otros cinco congresistas demócratas parecen ignorar la realidad haitiana al advertir que la intervención en la nación de una fuerza militar podría desestabilizarla más.
Lula da Silva,
Presidente de Brasil.-
Se ha comportado a la altura de un líder político al gestionar un encuentro entre los presidentes de Guyana y de Venezuela para bajar las tensiones en torno al territorio del Esequibo. Más que echar leña al fuego con posiciones radicales se decantó por la conciliación para evitar una posible escalada en la región.