UBI RIVAS
ubirivas30@gmail.com
He reflexionado largo y profundo para redactar un esperanzador llamado al ingeniero Eduardo Estrella Virella, oriundo de Santiago de los Caballeros, persona que por genética practica la honradez, la hombría de bien, y el transparente ejercicio de la decencia en el desempeño público, en esta ocasión, en su rol de presidente del Senado, clamar por su ponderación y providencia, relacionado a injusticia y demérito que viene cometiéndose de antaño, contra el doctor José de Jesús Jiménez Almonte.
El día primero del cursante mes de octubre, Carlos Suriel, encargado del Departamento de Investigación del Museo de Historia Nacional, propuso designar Eugenio de Jesús Marcano, el edificio de esa institución científica.
Empezando por identificar a Marcano, a quien no menosprecio su aporte científico más como recolector de batracios que como botánico, compañero y ayudante del doctor Jiménez Almonte en sus exploraciones a los bosques del país, de cuanto fui y soy testigo, viendo a Marcano visitando frecuente al doctor Jiménez Almonte en su residencia de Santiago.
El doctor Jiménez fue protector de Marcano diligenciando con el doctor Joaquín Balaguer, en este momento secretario de Educación, designarlo profesor de español en el liceo Ulises Francisco Espaillat.
Por resolución del Ayuntamiento de Santiago fue designado el parque botánico de esa ciudad con el nombre de Marcano, injusticia y demérito al doctor Jiménez Almonte, y ahora parece se pretende reincidir en la misma injusticia y demérito, conforme la ponencia de Carlos Suriel, desconociendo el autor sus calidades científicas.
El 6 de septiembre de 2011 postulé en La Información una ley que sustituyese el nombre de Diego de Ocampo por doctor José de Jesús Jiménez Almonte, que cayó en saco roto, porque nadie apoyó la sugerencia, reseñando que Diego de Ocampo fue un negro esclavo que dirigió un palenque contra el opresor ibérico, en 1544, pactando con éstos, a cambio de denunciar a sus hermanos cimarrones africanos, alzándose nueva vez, capturado y ahorcado para escarmiento a esclavos, decantándose más que un libertador, Diego de Ocampo fue un traidor a su etnia, sin mérito para ostentar su nombre a la eminencia más alta de cordillera Septentrional de 1,125 metros.
Jiménez Almonte
El doctor José de Jesús Jiménez Almonte nació el 6 agosto de 1915 en Guazumal, a seis kilómetros de Santiago, que recorría diario en burro hacia la ciudad, tramo que lleva su nombre, único reconocimiento a sus ingentes aportes a la botánica, asistiendo a la escuela Paraguay y Normal, recibiéndose en 1926 bachiller, licenciado en medicina por Universidad de Santo Domingo, promoción 1931, estudiando libre, examinando cursos. Inicia estudios botánica, latín y griego, 1939 alemán e italiano. Políglota.
Diligenció y obtuvo con el presidente Balaguer, mediante ley 5697 del 12 de agosto de 1961 declarar vedado al pico Diego de Ocampo, luego Reserva Biológica por decreto 233 del 30 de julio 1996 del presidente Balaguer, ratificado por Ley General de Medio Ambiente 64-00 del 18 de agosto de 2000.
El doctor Jiménez Almonte “peinó” casi todos los bosques del país, calcando las huellas luminosas de Eggers, Fuertes, Plumier, Swartz, Cicero, Eckman, Liogier, acompañado por Marcano y doctores Santiago Bueno, Federico William Lithgow Ceara (Fricó), y José Manuel Sánchez, robusteciendo su herbario, coleccionando más de 20,245 especies, el más grande del país, que su hijo doctor José de Jesús Jiménez Olavarrieta obsequió a PUCMM.
Cuando falleció el 12 de octubre de 1951 el doctor Rafael Moscoso Puello, el doctor Jiménez Almonte asumió su relevo coordinador herbario UASD, escribiendo su obra Catalogus florae Domingensis, impresa por Universidad de Pavía, Italia, porque aquí no obtuvo patrocinio, y por modestia, dedicó continuación a la del doctor Moscoso, La Flora Dominicana, un gigante botánico, reconocido por sus elevados aportes científicos, preceptor e inspirador de Jiménez Almonte.
Identificó nueve plantas nuevas para la ciencia, entre ellas FissidensBryjadidiunmsjimenenezlii, Alcanthaceae Justicia L, Rubiácea Guettardad L y Pterolepsiaglomerata, y llevan su nombre Pitcaniajimenezii, Gisoniajimenezii, Talisisjimenezii, Peyllantuslinderuamisvar y Selenia Panciflora Muhi.
Primer presidente de la Sociedad Dominicana de Botánica y Miembro de Número Academia Ciencias, 1976.
Diploma Sociedad Dominicana de Botánica Socio Meritorio, 1977.
Diploma Academia de Ciencias Premio Nacional de Ciencias, 1980.
Designado Médico Prominente y Primer Botánico Dominicano por el Jardín Botánico de Nueva York, EEUU, 1983. Homenaje Póstumo.
Breve reseña del científico y botánico más completo nacido en RD, minimizado por quienes han debido ponderarlo, empezando por la Academia de Ciencias, Congreso Nacional, Jardín Botánico, los presidentes santiaguenses Joaquín Balaguer, Rafael Bonnelly, Donald Reid, Antonio Guzmán (hijo adoptivo), Salvador Jorge Blanco e Hipólito Mejía, todos los alcaldes y legisladores de Santiago, conduciendo este reclamo al presidente del Senado, ingeniero Eduardo Estrella Virella, con la certeza que hará justicia al prohombre de la botánica y medicina, genuino genio dominicano, fallecido el 17 de noviembre de 1982, contando 77 años fructíferos, pletóricos y memorables, miserablemente minimizado y olvidado.
¡Oh América infeliz, que solo recuerda a tus grandes hombres cuando son tus grandes muertos!
Concerniente al doctor Jiménez Almonte, ni después de muerto.
Y haréis justicia.