Articulistas

Haití en caída libre

Haití en caída libre

Elvis Valoy

(2)

Como actualmente no pertenezco al Cuerpo Diplomático, puedo perfectamente referirme a un país sin tapujos. Es por eso que hablaré de la triste historia de Haití, que hoy es una de las naciones más pobre del mundo, y  la más pobre de América.  

Las cifras estadísticas haitianas son espeluznantes, reflejando la vida un cuadro aterrador y exhibiendo una pobreza extrema que se evidencian en las altas tasas de mortalidad infantil, corta esperanza de vida al nacer, enorme tasa de analfabetismo, incalculable morbilidad consecuencia de las casi inexistentes condiciones de higiene ambiental, severa desnutrición, ingente desempleo, lo que obliga a gran parte de su ciudadanía a emigrar a la República Dominicana, Estados Unidos, Centroamérica, Suramérica, Canadá, Europa, etc.  

Con unas élites gobernantes que únicamente han sabido robar y matar, desde su independencia en 1804, Haití deambula hacia el abismo y la destrucción. En muy pocos interludios de su historia, la sociedad haitiana ha tratado de enrumbarse por senderos de progreso y desarrollo.

 Desde su génesis, los líderes de la nación vecina han demostrado incapacidad para instaurar mejoras, y como ejemplo está el independentista Henri Christophe, elegido rey en 1811 luego de la muerte de Dessalines, de la que se cree él participó.

Christophe, adicto al Brandy, cruel y asesino despiadado hasta el hartazgo, analfabeto, que entendía inglés, francés y español, luchador en pro de la independencia norteamericana, estableció un régimen feudal en Haití, esclavizando a la población de esa época. De igual manera fue Faustin Soulouque (1847-1859), dictador que ahogó en sangre la sociedad haitiana.