Muchos grupos de patriotas coinciden en afirmar que las tradiciones y costumbres haitianas son infernales, dado que tienen como Dios a la figura del vudú, a quien veneran con ritos tintados de sangre y ritmos africanos que hacen honor a su descendencia étnica, y ahí reside su falta de convivencia en América, pues su hábitat natural es contrapuesto a cultura, educación, religiosidad y comportamiento de los habitantes del continente americano, principalmente de los países latinos.
Los haitianos están inquietos en su propio territorio, ansiosos de salir de allí por sentirse incómodos de un lar que no es propicio para su temperamento y las formas de visualizar el conjunto que le rodea, un problema para la comunidad internacional, principalmente para Estados Unidos, Canadá y Francia que se han desentendido de un flagelo que provoca un daño terrible a la República Dominicana, por compartir la isla con personas proclives a la depredación de los recursos naturales y a la comisión de crímenes espeluznantes, toda vez que recurren al machete para descuartizar a sus víctimas, por lo que reportan un índice de criminalidad muy alto en el país.
La licenciada Martha Domínguez, asesora de muchas entidades nacionalistas, nos hace las siguientes puntualizaciones: “Los Orcopolitas, es una palabra usada por Juan Pablo Duarte, significa “ciudadanos del infierno”. Él llamaba “ciudadanos del infierno” a los ambiciosos, a aquellos que se aprovechaban del Estado, a los que no vivían los valores, a los que vivían de las injusticias, realmente son ciudadanos del infierno, porque crean un infierno a su alrededor y hacen mucho daño.
El día de hoy, El Objetivo No. 17 de La perversa Agenda 2030 (Objetivos de Desarrollo Sostenibles, ODS) es hacer alianzas con todos los sectores de la República Dominicana: Políticos de todos los partidos, gobierno, medios de comunicación, periodistas, congresistas, legisladores, empresarios, ONGs, universidades, artistas, intelectuales, iglesias, etc. Etc.
Tenemos Ciudadanos del Infierno en todos lados y por esa razón el silencio ante el Gran Crimen que nos están haciendo a los dominicanos. Gozamos de la facultad de migrar sin miedos, con «derechos humanos», derecho a la salud, derecho a la educación y al acceso de justicia independientemente de nuestro estatus migratorio.
El «racismo», la «discriminación», la «xenofobia» son armas estratégicas para engañar a los dominicanos, quitarte tus derechos y dárselos todos a los migrantes y muchas cosas más.