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Higüey, el 21 de enero y la Virgen de la Altagracia

Higüey, el 21 de enero y la  Virgen de la Altagracia

Santo Domingo.- Este sábado 21 de enero se conmemora el Día de Nuestra Señora de la Altagracia, considerada en la religión católica, como la “madre protectora y espiritual del pueblo dominicano”; ocasión que mueve a miles de feligreses de toda la República Dominicana hasta la Basílica de Higüey, en la provincia La Altagracia.

Mucha gente empieza a llegar al santuario días previos a la conmemoración, como parte de su penitencia ante la Virgen tras algún milagro concedido, llegando a dormir en los alrededores de la basílica, instalando campamentos en el área de los Jardines, incluso.

La Conferencia del Episcopado Dominicano y  la Diócesis de Higüey han informado sobre un  amplio programa de actividades a desarrollar desde tempranas horas del día de hoy, que incluye una misa solemne a las 10:00 de la mañana, a cargo del monseñor Jesús Castro Marte, obispo de la Diócesis de Higüey, en la que se espera por tercer año, la presencia del presidente Luis Abinader y  su esposa Raquel Arbaje.

A pesar de que la provincia La Altagracia concentrará la mayor cantidad de católicos, el Día de Nuestra Señora de la Altagracia es celebrado con distintas actividades en todo el país.

Además, varias misas serán oficiadas en horas de la mañana y la tarde, será a las 4:30 de la tarde cuando inicie la acostumbrada procesión por las calles de Higüey con la imagen de la Virgen de la Altagracia, encabezada por el obispo Castro Marte.

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Dicha caminata contará con la participación de los miles de peregrinos y una representación de todas las parroquias, asociaciones, movimientos, escuelas y colegios católicos de esa zona pastoral.

A pesar de que la provincia La Altagracia concentrará la mayor cantidad de católicos, el Día de Nuestra Señora de la Altagracia es celebrado con distintas actividades en todo el país.

Este año se espera acuda una gran cantidad de personas, a diferencia de los últimos años cuya asistencia se vio mermada por los protocolos existentes debido a la pandemia por la covid-19.

Origen

Existen varias versiones sobre el origen de la Virgen de la Altagracia, algunos historiadores dicen que en 1502 la imagen fue llevada bajo las órdenes del obispo de Santo Domingo, García Padilla a  una parroquia en la Villa de Salvaleón de Higüey, por los hermanos Trejo: Alonso y Antonio, quienes habrían traído la imagen al país, desde España.

En tanto, la fecha del 21 de enero fue declarada como fiesta oficial religiosa por el poder eclesiástico de la Iglesia católica, según una carta del arzobispo Isidoro Rodríguez Lorenzo, quién daba a conocer en 1692 como portavoz de la iglesia por primera vez la designación de una fecha como fiesta religiosa ante la autoridad eclesiástica aprobando como buena y válida la fiesta el 21 de enero.

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La devoción de Nuestra Señora de la Altagracia se inició en Higüey y se fue extendiendo al paso de los años hasta convertirse en nacional, y formar parte de la identidad de los dominicanos. Esa devoción se manifiesta como la principal peregrinación del pueblo dominicano.

Basílica de Higüey

La basílica catedral de Nuestra Señora de la Altagracia es uno de los santuarios católicos más concurridos en el Caribe; inaugurada por el presidente Joaquín Balaguer el 21 de enero de 1971.

Fue construida en reemplazo de un antiguo santuario, en donde apareció La Altagracia, el cual data de 1572.

Basílica de Higüey

Su construcción, ideada por los arquitectos franceses André-Jacques Dunoyer de Segonzac, Pierre Dupré y Pierre Domino, tardó 17 años en ser terminada, inició en 1954, por órdenes del primer obispo de Higüey, Monseñor Juan Félix Pepén.

El 12 de octubre de 1971 fue declarada Monumento Dominicano, y cinco días después, el 17 de octubre Pablo VI la declara como basílica menor.

Dos años después, el 15 de agosto de 1973 se convierte en catedral de la diócesis de Nuestra Señora de la Altagracia en Higüey, por mandato apostólico.

El papa Juan Pablo II bendijo la basílica desde Roma, y el 12 de octubre de 1992, en su segunda visita al país, coronó la imagen de La Altagracia con una diadema de plata sobredorada.