Cuando se disfruta el musical Hoy no me puedo levantar, que recrea, más que la discografía del paradigmático grupo de balada rock español Mecano, la historia, drama y gloria de sus integrantes, se llega al convencimiento de que el género del musical en el país ha alcanzado ya, quien sabe desde cuál montaje, su máxima expresión artística y técnica.
Repuesto por su productor José Llano, el musical produce una sensación de máximo respeto al público por el amor y cuidado en cada uno de los factores que lo integran.
Se han dado cita una serie de elementos de excelencia: el amor por el montaje por el productor José Llano, su dirección vocal (Paola González) , la dirección teatral (María Castillo), la dirección técnica de un Fidel López que no se cansa de sorprendernos por la forma en que se ha establecido como una de las marcas de la escena dominicana, la dirección musical de Junior Basurto Lomba y el trabajo extraordinario, sincrónico e inspirador de la coreografía a cargo de Nathalie Borsos.
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A esto se agrega una actuación coral a cargo de José Guillermo Cortines, Akari Endo, Javier Grullón, Karla Fatule, Irving Alberti, Pamela Sued, JJ Sánchez, Zeny Leiva, Juan Espinal, Luis Pérez, Pablo Pérez y Alexander Duval, de entre los cuales Duval se nos lleva la s palmas por su indescriptible integración al resultado final desde sus roles en Las Pepas y como maestro de danza, afanado en esta coreografía contemporánea.
Nos robó hasta el último suspiro, junto al resultado de la danza coreografiada, los desempeños actorales y la escenografía física, el desempeño de la escenografía digital, su interacción y sincronía con las actuaciones en vivo y la terminación de sus diseños.
Habíamos realizado una evaluación del arte escénico de 2022 en el cual consideramos como musical del año Mariposas de Acero, pero al ver esto, lo menos que podemos hacer es compartir el lauro, siendo como resultan, dos trabajos diferenciados.
Este de Llano, requirió de un esfuerzo humano y técnico, considerablemente mayor, sin desdecir para nada lo dicho del trabajo de Waddy Jáquez y Pablo García. Ambos musicales nos llenan de orgullo. Ambos adoptando caminos expresivos distintos y válidos.