Alan Turing, el padre de la IA, falleció en 1954.
Desde hace ya nueve meses la humanidad tiene nuevo juguete para entretenerse: inteligencia artificial (IA), la tecnología que viene acaparando titulares desde que el 30 de noviembre de 2022 ChatGPT irrumpió con fuerza en el ámbito mundial.
Para quienes no están al tanto de la situación, ChatGPT es un chatbot, es decir, un programa basado en inteligencia artificial que está diseñado para sostener conversaciones en tiempo real, ya sean de voz o de texto.
Aunque quizás sea el más prominente por la versatilidad, alcance y nivel de desarrollo que exhibe, ChatGPT no es el único chatbot en existencia. De hecho, esta es una tecnología que tiene alto nivel de presencia en áreas de servicio al cliente a lo largo de distintas industrias.
Intriga
A diferencia de esos bots de servicio, ChatGPT exhibe una “inteligencia superior” a sus congéneres, permitiéndole responder preguntas, elaborar ensayos, escribir guiones y mantener el hilo de una conversación de una manera tan fluida que no solo solo sorprende, sino que hasta causa intriga y maravilla.
Esta “inteligencia superior” que se adjudica a ChatGPT viene dada por GPT, la sigla en inglés de Generative Pre-Trained Transformers (transformadores generativos preentrenados), una familia de modelos de redes neuronales que es, a su vez, una pieza clave en todo el engranaje de inteligencia artificial generativa.
En pocas palabras, GPT, específicamente GPT-3 y GPT-4, son lenguajes que impulsan la impresionante capacidad de ChatGPTde generar textos coherentes y bien elaborados en apenas segundos, convirtiéndose así este chatbot en la herramienta favorita de analistas, asesores, redactores y generadores de contenidos a lo largo de cada industria imaginable.
El debut inicial de ChatGPT fue con GPT-3, ampliándose las habilidades del chatbot con la introducción en marzo de este año de la versión impulsada por GPT-4, lenguaje que ahora permite a ChatGPTprocesar y comprender imágenes de manera contextual.
Esta capacidad de ChatGPT de generar textos e imágenes a partir de comandos que introduce el usuario, comandos que van de lo sencillo a lo detallado según aquello que se desee lograr, es el resultado de complejos procesos de machine learning donde GPT es tan solo una pieza.
GPT, ya sea la versión 3 ó 4, es lo que da la habilidad a ChatGPT de comunicarse en lenguaje natural, como lo haría un ser humano. Machine learning es el proceso donde este programa se ha entrenado para poder conversar, generar escritos e imágenes y seguir una conversación. Para tal entrenamiento, se emplean grandes colecciones de datos que incluyen libros, bancos de imágenes, páginas web y otros recursos.
Los desafíos
Como puede verse, todo este asunto de inteligencia artificial, en especial la inteligencia artificial generativa, es muy complejo, y así como abre las puertas a grandes oportunidades, encierra una serie de desafíos y retos que no pueden ignorarse.
Aun cuando ChatGPT y ofrecimientos similares como Google Bard pudieran parecer muy novedosos, la realidad es que la inteligencia artificial es un campo que lleva más de 70 años en desarrollo.
El primer programa de inteligencia artificial en ser desplegado con éxito fue escrito por el científico de computadoras británico Cristopher Strachey para jugar damas. Este fue transcrito a la computadora Ferranti Mark I de la Universidad de Cambridge en octubre de 1951.
Una de las figuras prominentes de la conceptualización y eventual desarrollo de la inteligencia artificial fue el matemático y criptógrafo británico Alan Turing, considerado hoy el padre de esta tecnología. Su lógica era que si los humanos pueden usar información disponible y razonamiento para resolver problemas, entonces las máquinas pueden hacer lo mismo.
En los tiempos de Turing, quien falleció en 1954, las computadoras eran exageradamente grandes, caras y limitadas, solo capaces de ejecutar comandos, pero no de almacenarlos, lo que significa que carecían de memoria.
Desarrollo IA
El desarrollo de la inteligencia artificial fue posible gracias a la evolución de las computadoras, que fueron haciéndose cada vez más ágiles, capaces y accesibles hacia finales de la década de 1950. Si bien entre 1960 y 1970 se financiaron proyectos de inteligencia artificial, las limitantes de la época llevaron a perder el interés, retomándose con más ímpetu a partir de la década de 1980.
Por un tema de evolución, mejoras en procedimientos y nuevos desarrollos, el verdadero impulso de la inteligencia artificial ocurre a partir de la década de 1990, con crecimiento exponencial en los últimos siete años. En este período de tiempo, 2022 probó ser un año decisivo para el dominio de esta tecnología, evidenciado en el nivel de protagonismo que tiene desde noviembre pasado.
Desarrollos como ChatGPT de repente ponen de manifiesto los avances logrados en inteligencia artificial, machine laerning, redes neuronales y demás elementos y procesos involucrados.
Potencial
Lenguaje natural en máquinas, una de las mayores aspiraciones en los inicios de este campo, es hoy una realidad irrefutable, con un potencial de mejora tan alto que amenaza con sobrepasar esa capacidad natural humana, extensivo a la potencial capacidad de pensamiento autónomo y creación propia de nuevos conocimientos e informaciones.
La idea de que una máquina puede llegar a superar al ser humano y eventualmente sustituirlo o dominarlo, parece algo sacado de los libros de ciencia ficción de la década de 1950.
De cara al desarrollo explosivo de ChatGPT, esta posibilidad ya no parece tan remota y hay figuras prominentes, como es el caso de Elon Musk, que advierten de un futuro apocalíptico si no se le pone freno a la inteligencia artificial.
Cierto es que la inteligencia artificial tiene aplicaciones en cada campo imaginable, desde medicina y educación hasta gobierno y empresa. Los avances en esta tecnología facilitan el análisis de grandes cantidades de datos, permiten hacer proyecciones con mayor precisión, facilitan sacar mayor provecho a los recursos ya existentes y mejoran métodos y procesos tradicionales.
Como aliado y complemento, la inteligencia artificial podría brindar grandes beneficios al mundo y la humanidad. Desafortunadamente, se observa una tendencia donde la gente está siendo sustituida paulatinamente por herramientas como ChatGPT, robots y otros mecanismos automatizados.
Habilidades
Ejemplos de esta sustitución abundan, y si bien anteriormente solía afectar a trabajos repetitivos y muy mecánicos, ahora está afectando un conjunto de habilidades más afinadas y complejas, como por ejemplo, redacción de noticias, elaboración de guiones, creación de videos y otras que implican creatividad y un detallado proceso de planificación, investigación y ejecución.
Es así como en Hollywood se está escenificando una huelga de escritores y guionistas desde mayo pasado. A esta se han sumado actores, pues ha trascendido que los estudios, en su eterno afán por maximizar sus ganancias, estarían planeando usar inteligencia artificial para replicar a actores secundarios y extras y así solo pagarles una vez, por la captación de sus caras y semejanza.
Escenarios como este llevan a muchas personas a pensar si sus respectivos trabajos y, por ende, sus sustentos, están en peligro.
La inteligencia artificial puede ser muy beneficiosa, pero solo en la medida es que se use y aplique de una manera que complemente y no busque sustituir al ser humano. Es tarea de los gobiernos y las compañías tras estos avances discutir el tema seriamente y trazar lineamientos.
