Con el apoyo de la DEA y el FBI las autoridades dominicanas ejecutaron en abril de este año un amplio operativo, denominado Caimán, contra el narcotráfico y el lavado en provincias del sur y el Gran Santo Domingo. Pero la cruzada, durante la cual se detuvo a 11 personas y se incautaron, según las autoridades, drogas, armas y dinero, no fue más que un golpe momentáneo para la estructura del narco.
Esta vez el Ministerio Público, la DNCD y el Ministerio de Defensa, con el apoyo de la DEA y el Comando Sur de Estados Unidos decomisaron más de dos toneladas de cocaína, armas y dinero, además de detener a 10 personas durante una cruzada denominada “Operación Búfalo NK”.
La dimensión del operativo la da la participación, además de las fuerzas internacionales, de 400 efectivos de la DNCD y 47 fiscales que ejecutaron 33 allanamientos de manera simultánea con un despliegue por aire, mar y tierra.
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La cruzada se efectuó en Santo Domingo, Puerto Plata, María Trinidad Sánchez, La Romana, Samaná y otras localidades utilizadas por el narco para sus operaciones.
A pesar de los sucesivos golpes al tráfico de drogas, República Dominicana es todavía utilizado por el narcotráfico como uno de los puertos de tránsito de la sustancia alucinógena a Estados Unidos y Europa.
Aunque el narco tiene recursos para reciclarse el operativo representa por lo menos un aviso de que se le siguen los pasos y no se le dará tregua.