Juan Tomás Taveras
MAyor General (R) P.N.
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Al presidente constitucional Danilo Medina (2 de 3)
Señor Presidente, como jefe supremo de militares y policías, debemos repetir una y otra vez que no puede haber reforma alguna que sea viable y positiva si no se toman en cuanta los beneficios de los integrantes y la modernización en general de la institución en cuestión. No podemos esperar un trabajo y resultados dignos, si quien lo realiza no recibe un trato digno ni se siente digno.
Durante todo el proceso de reforma de modernización del Estado, iniciado en el año 1996, se han mejorado casi todas las instituciones. Citamos particularmente las instalaciones de la justicia y del ministerio público; de igual manera sus salarios y las leyes que las fundamentan; excluyendo a la Institución Policial. A pesar de que Los Policías son auxiliares de la justicia y parte del sistema judicial, como muy bien lo define las Naciones Unidas: “Funcionarios encargados de cumplir y hacer cumplir la ley”. Pero por el contrario, es inexplicable que reciben el ataque y constantes amenazas de quienes deberían resguardarlos y fortalecerlos, como el brazo fuerte de la justicia, los cuales garantizan la aplicación, el respeto y cumplimiento de la ley.
Así mismo, se ha privilegiado a las Fuerzas Armadas en su reforma y contrariando la Constitución en los contenidos policiales; pero lo peor es que no debe ser una prioridad para el Estado, por la ausencia de enemigos bélicos posibles, cuando la realidad o tendencia internacional es que las mayorías de países tienden a reducir sus gastos militares y redireccionarlos a la seguridad pública.
A la institución policial con su jefe a la cabeza no se le ha dado la oportunidad de desarrollar sus capacidades para revertir el concepto de orden público, cargado de represión y que sigue latente como secuela de la post Guerra Fría. Para sustituirlo por un modelo moderno de prevención comunitaria de los crímenes y delitos; proceso al que deben integrarse todos los sectores sociales: “Con la colaboración y participación interactiva de la comunidad en la identificación y solución de los problemas, a fin de contribuir a la consecución de la paz social y el desarrollo económico sostenible del país”. Como bien manda la ley y la Constitución.
Cabe reiterar el llamado de atención al señor presidente dominicano y a toda la nación del derrotero que vive nuestra Policía Nacional y los riesgos que amenazan la ciudadanía de continuar esta discriminación y exclusión que estigmatiza y victimiza cada vez más a la Policía Nacional, institucionalmente y a sus miembros individualmente.
Es de rigor advertir a toda la nación, a nuestros gobernantes y funcionarios, que la Policía Nacional es la institución más importante y fuerte del Estado; por ser la única que existe en el país con capacidad de maniobrar en tiempo real, en todo el territorio nacional, para cualquier situación de riesgo, amenaza o conflicto que nos toque enfrentar en este convulsionado mundo globalizado.
Señor presidente constitucional Danilo Medina Sánchez, no permita que se siga afectando, debilitando y dañando más a nuestra Policía Nacional, menos aún, por intereses particulares de sectores políticos y militares que están pescando en mar revuelto, recalco no permita que lo sigan haciendo.

