La justicia y la ley son base de institucionalidad (2de2)
La política en República Dominicana se ha convertido en negocio de mafiosos y corruptos. La mayoría de los partidos son instrumentos de violaciones a las normas y principios de ley, lo que provoca el gran desorden institucional. Con raras excepciones vemos propuestas coherentes y esperanzadora de parte de los dirigentes de los diferentes partidos. Es asqueante la contaminación sónica, visual y ambiental que provocan las campañas electorales las cuales están vacía de propuestas coincidentes con las demandas y necesidades de los habitantes.
Miles de millones de pesos gastados del fisco en propagandas y publicidad vacías y narcisistas sin ningún órgano que tenga la responsabilidad de fiscalizar y ordenar las campañas y las elecciones con imparcialidad y transparencia.
Ese desorden institucional que impera en el Estado dominicano pone de manifiesto el atraso como sociedad competitiva y llama a la indignación a todo ciudadano.
Hago un llamado a toda la ciudadanía, en especial a todas las organizaciones comunitarias, cívicas y religiosas que siempre han defendido los valores éticos y morales de la ciudadanía, hacer una cruzada sin cuartel para rescatar la transparencia en la administración pública; el orgullo y el sentimiento por la patria; el respeto a las normas y los valores familiares.
También llamar la atención a la diáspora dominicana para que se sumen a la lucha, pues, han mostrado tener los sentimientos más sinceros por la patria.
Los habitantes dominicanos necesitan urgentemente perjudicar la ignorancia a través de la lectura comprensiva, así que mis apreciados compatriotas ¡a leer y leer comprensivamente! Les aseguro despertarán de la hipnosis y se liberarán de la manipulación que les mantiene en el servilismo y la esclavitud voluntaria por migajas.
Los retos a superar son muchos. Al describir las dificultades que agrega gestionar educar y redireccionar la cultura de conformismo, pesimismo, falta de actitud, entre otros impedimentos al desarrollo. Debemos estar claros de que el clientelismo es un miserable y falso pago, es un engaño, es una inyección de amnesia con el que te haces cómplice, te contaminas de todos los crímenes del Estado y de los miles de millones que envuelve la corrupción estatal asociada al sector privado.
Recuerda que tienes todo el derecho a recibir la parte que te corresponde de las riquezas y producción nacional, pero para obtener tu justa remuneración, debes conocer tus derechos y estar dispuesto a defenderlos.
Hoy nuestro políticos mal asesorados, por ignorancia o por ambiciones corruptas tienen el interés de dispersar y desvirtuar la función o los roles públicos de las instituciones dominicanas. Todo esto nos presenta el peor escenario jamás visto en la historia dominicana y la más eminente amenaza de destrucción de nuestra institucionalidad.
Urge enmendar todos estos errores en nuestra República Dominicana. Involucrémonos, es deber participar, ya que la política nos atañe a todos.
Dios les bendiga hoy y siempre, pueblo dominicano.