Porque esto ha sido mi norte: «prefiero siempre una pobreza sin tacha a las riquezas mal adquiridas», decía Aritóstele.
Historia real de Julia Paulino, nacida en el heroico San Francisco de Macorís, fallecida el día 2 del presente mes y año en el sector de Villa María, casa 321 esquina la Avenida Duarte de esta ciudad, a la edad de 90 años.
Huérfana de amor, cariño y de todo, olvidada por las autoridades del Gobierno y otras, con 22 años de edad, se traslada a residir a esta ciudad en busca de nuevos horizontes y un mejor modo de vida, aunque la suerte le acompañó muy poco. Y era como un jilguero despiadado que a veces cantaba y pocos la escuchaban, con excepción de una amiga que le cocinaba cuando ella trabajaba y algunos vecinos. Estas canciones le ayudaban a mitigar sus penas y la horrible y despiadada miseria hecha lágrimas y dolor en que vivía.
Informado a través de un gran reportaje que nos llegó al alma de la pluma del distinguido periodista Jorge González, del prestigioso vespertino El Nacional, de fecha 3 de Diciembre del pasado año con el título: «Julia Paulino, Prisionera de la Pobreza», designamos de inmediato a los ya hoy abogados de la universidad O&M, integrados por Adriana Ramón Familia, Ruth Melania Mateo Vargas y Juana María Rojas, a realizar un trabajo investigativo acerca de la situación de Julia Paulino, y al ellos hacer la exposición sobre el caso, nos conmovimos profundamente, al igual que la mayoría de los presentes.
Al escuchar esta triste narrativa, encomendamos un trabajo investigativo a los apreciados estudiantes del curso monográfico, hoy abogados de la referida universidad, jóvenes Wendy Carolina Méndez Sánchez, Karina Mercedes Peralta, Diana Noelia Vázquez Pérez, Jorge Daniel Almánzar Estévez, Adriana Ramón Familia y Joel Enmanuel Pérez, visitar a Juila Paulino, haciéndole a todo el curso un llamado a la colaboración a favor de esta mujer desamparada.
El domingo 20 de diciembre estos acudieron a visitar a doña Julia, llevándole y entregándole una cama twin, pues dormía francamente en el suelo, alimentos, ropas, zapatos, dinero en efectivo, detergente, reparación de las puertas y limpieza de la casa. Una ingente labor humanista digna de encomios y sinceras felicitaciones que a todos y todas les externamos. Así se hace historia y se ayuda a los pobres y humildes.
Del trabajo investigativo, trascribimos lo siguiente: «Julia Paulino no conoció a sus padres y tiene dos hermanos llamados Esperanza y Carlos, y no recuerda el nombre de su madre.
A los 90 años que lleva a cuesta, Julia Paulino se mueve de manera torpe entre los pocos trastes que tiene en su casucha, ya que ha sido su morada durante los últimos 47 años que con esfuerzos propios levantó la pequeña vivienda».
Doña Julia Paulino, decía que anhelaba una cama antes de morir para descansar y dormir mejor.
Y ¡oh cosas del destino y la vida!, cuando ella recibe una buena cama, el 20 de diciembre pasado, no pudo descansar mucho tiempo en ella, y solo 12 días, falleciendo el 2 de enero del año que discurre, cuando Jesús la llama a su morada celestial.
Ojalá sus 2 hermanas pudiesen ostentar dicha vivienda y ajuares, antes que los ladrones o los oportunistas se apropien, sino lo han hecho ya.