La final de la Conferencia Este entre los Indiana Pacers y los New York Knicks ha sido una batalla de muchos. Sobre todo, un duelo entre jugadores visitantes.

De cara al cuarto juego del martes por la noche con los Pacers arriba por 2-1, el equipo local aún no ha ganado un juego en esta serie, con los Pacers llevándose los primeros dos en el Madison Square Garden y Nueva York robando el tercer juego en Gainbridge Fieldhouse.

De hecho, los Pacers y los Knicks están empatados en la mayor cantidad de victorias como visitantes (seis) en los playoffs de la NBA este año.

Para evitar un déficit de 3-1 en la serie, que les daría pocas posibilidades de extender su racha de postemporada, los Knicks tendrán que, una vez más, aprovechar la intensidad y la eficiencia como visitantes.

El éxito de los Knicks
Lo que hace que el éxito de Nueva York como visitante en los playoffs sea notable es la forma en que ha remontado los déficits para sacar adelante los partidos como visitante; los Knicks han ido perdiendo en los últimos cuartos en cinco de sus seis victorias como visitantes en postemporada.

En tres de ellos, los Knicks estuvieron 20 puntos por detrás, lo que los convierte en el único equipo desde al menos los playoffs de 1997 en ganar tres partidos como visitantes en los que necesitaron recuperarse de una desventaja de tantos puntos.

«Creo que simplemente somos resilientes», dijo el delantero OG Anunoby el lunes. «No queremos ir perdiendo por 20 puntos, pero a veces es así.».

En general, los Knicks tienen un récord de 6-1 como visitantes en esta postemporada, igualando el récord de la franquicia de más victorias fuera de casa en una sola postemporada.

El éxito de los Pacers
Para no quedarse atrás, Indiana también tiene un récord de 6-1 como visitante en esta postemporada, aunque los Pacers no han tenido que remontar como Nueva York. Aun así, las remontadas han sido una parte fundamental del éxito de Indiana como visitantes.

En el primer partido del miércoles pasado, los Pacers se apoyaron en un cuarto cuarto de 20 puntos de Aaron Nesmith y un rebote milagroso de Tyrese Haliburton en un tiro que empató el marcador para forzar la prórroga. Sin embargo, los Pacers perdían por nueve puntos a 55 segundos del final.