Opinión

La campaña de la JCE

La campaña de la JCE

Si la Junta Central Electoral dejó formalmente abierta la campaña electoral al iniciar el mes de febrero, ¿por qué a esta fecha, faltando apenas a dos meses para el certamen comicial, no ha empezado a enseñar a votar a la población dominicana? ¿Se trata de una conducta estratégica o simple negligencia?

El hecho es que la inmensa mayoría de los dominicanos no sabe sufragar. Y es que en República Dominicana no se celebran elecciones conjuntas desde 16 de mayo del año 1994. En esa ocasión se usaron tres boletas: una presidencial, otra municipal y una tercera congresual o legislativa. Es decir, fue un proceso complejo.

Pero el proceso de mayo del 2016 sería mucho más complejo, porque en esta oportunidad se usarán cuatro boletas (no tres), se escogerán mucho más cargos electivos y (diferente al certamen de 1994) el voto preferencial para los diputados está en vigencia desde hace varias contiendas comiciales.

Lo ideal hubiera sido continuar haciendo las elecciones presidenciales separadas de la municipal y congresual, como se estila en la mayoría de los países, pero a alguien se le ocurrió, para el año 2010, extender el período a seis años a los legisladores y funcionarios municipales con la finalidad de volver a unificar las elecciones para este 2016. Y ahora estamos en presencia de unos comicios extremadamente complejos. Los más complejos que registre la historia electoral dominicana.

Pese a esa situación, que amenaza con el registro de un voto nulo sin precedentes, la Junta Central Electoral no acaba de iniciar la campaña de edificación o enseñanza a los electores a través de todos los medios de comunicación social tradicionales, digitales y de las propias redes sociales que tanto influyen en el mundo de hoy.

No iniciar de forma oportuna esa campaña educativa lleva la sospecha de que podría formar parte de una estrategia electoral que induce al voto nulo, porque mientras hay un partido político determinado educando internamente a sus simpatizantes (bien definidos y ubicados en toda la geografía nacional) el resto de población, por lo menos una gran parte, no sabe votar.

El Nacional

Es la voz de los que no tienen voz y representa los intereses de aquellos que aportan y trabajan por edificar una gran nación