(I)
Hundida hasta las rodillas en pilas de sargazo (muertas por el calentamiento global), llegó a mis manos la Encíclica del Papa Francisco Laudato Si, sobre la casa común de todos que es el planeta. Dice el Papa:
1.-El desafío urgente de proteger nuestra casa común incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en búsqueda de un desarrollo sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar.
2.-El cambio climático es un problema global con graves dimensiones ambientales, sociales, económicas, distributivas y políticas…Los peores impactos recaerán en las próximas décadas sobre los países en desarrollo.
3.-Es trágico el aumento de los migrantes huyendo de la miseria empeorada por la degradación ambiental, que no son reconocidos como refugiados en las convenciones internacionales y llevan el peso de sus vidas abandonadas sin protección normativa alguna.
4.-Lamentablemente, hay una general indiferencia ante estas tragedias. La falta de reacciones ante estos dramas de nuestros hermanos y hermanas es un signo de la pérdida de sentido de responsabilidad por nuestros semejantes sobre el cual se funda toda sociedad civil.
5.-Muchos de aquellos que tienen más recursos y poder económico o político parecen concentrarse sobre todo en enmascarar los problemas o en ocultar los síntomas,tratando solo de reducir algunos impactos negativos del cambio climático…que podrán ser cada vez peores si continuamos con los actuales modelos de producción y consumo.
6.-En el mundo hay un nivel exiguo de acceso a energías limpias y renovables. Conocemos bien la imposibilidad de sostener el actual nivel de consumo en los países más desarrollados y de los sectores más ricos de las sociedades, donde el hábito de gastar y tirar alcanza niveles inauditos. Ya se han rebasado ciertos límites máximos de explotación del planeta sin que hayamos resuelto el problema de la pobreza.
7.-El agua potable y limpia representa una cuestión de primera importancia, porque es indispensable para la vida humana y para sustentar los ecosistemas terrestres y acuáticos. Un problema particularmente serio es el de la calidad del agua disponible para los pobres, que provoca muchas muertes todos los días, por enfermedades como la diarrea y el cólera.
8.-Las aguas subterráneas en muchos lugares están amenazadas por la contaminación que producen algunas actividades extractivas, agrícolas e industriales, sobre todo en países donde no hay reglamentación y controles suficientes. No pensemos solamente en los vertidos de las fábricas.