No sabemos si él lo conocía, pero ya en Cien Años de Soledad, Gabriel García Márquez vaticinaba el mundo de hoy, cuando escribió en sus páginas que “llegará un momento en que nos comunicaríamos con el mundo sin salir de nuestros cuartos.”

El escritor había estado en la otrora Unión Soviética temprano, en el 1957, donde al visitar un hogar ruso encontró todos los periódicos de días sucesivos amarrados con una soguita. Al preguntarle a la familia por qué permanecían allí los diarios sin abrir, contestaron “Porque ya sabemos lo que traen, lo que dice el gobierno.” Pero ya los rusos en aquella época orbitaban el Planeta, y una de las críticas de Gorbachov al Partido, era que sus dirigentes se reunían por Tele-Puente, que hoy conocemos como Tele-Conferencia, cosa solo posible con Internet.

García Márquez recorrió en tren de Moscú hasta la Siberia, más de 3 mil kilómetros sin ver un letrero de Coca-Cola y con una radio de un solo botón, no había opciones dentro de aquel aparato que describió como una casa rodante.

Pero como el hombre es el mismo desde los tiempos más remotos hasta nuevos días, como repetía Jorge Luis Borges a su joven esposa, Vladimir Putín acaba de someter una ley para crear un escudo contra el mundo digital, llamado “Internet Soberano”, lo que se puede definir como un nuevo instrumento de la “censura moderna”

Las conclusiones de los críticos son que “las nuevas reglas de Internet de Putín le permitirán crear su propia versión del sistema Gran Cortafuego de China, donde el Internet está censurado y a menudo se usa para espiar a los críticos del Partido Comunista.”

La osadía de Putin se produce en el momento del informe Freedom House en Estados Unidos, dedicado a la expansión de libertad y la democracia, que determinó que de 63 países evaluados, 47 reportan apresamientos de ciudadanos por emitir sus opiniones políticas, sociales o religiosas en las redes sociales.

Y los líderes de las inversiones de Estados Unidos acaban de emplazar al Gigante Tik Tok de China, con 1.5 mil millones de usuarios, la mitad de facebook e igualado a Google, ya que los Milenios cuenta allí con un espacio para expresarse, a cambio de sus datos personales. Ante la “censura moderna, los usuarios estarán como la arepa, entre los gigantes del Internet, administrando los datos personales.