La navidad es la ocasión mas especial para nosotros los que albergamos la fe cristiana en nuestros corazones, en la que celebramos la llegada de Jesus, «Yo Soy», tan anunciada siglos atrás en el viejo testamento y que vino a encender esa luz de amor, paz y esperanza en cada ser humano del planeta. El 25 de Diciembre conmemoramos el nacimiento de Jesucristo en Belén según los evangelios de San Mateo y San Lucas y que fue oficialmente reconocida en el año 345, por influencia de San Juan Crisóstomo y San Gregorio Nacianceno.

Actualmente, la Navidad es tiempo de gran actividad comercial e intercambio de regalos, reuniones y comidas familiares y en Occidente se celebra la Misa del gallo en iglesias y catedrales. En fin es una excelente oportunidad de renovar nuestros corazones y afectos con nuestros seres queridos, familiares, amigos y sobretodo del país y todos los sectores que intervienen en su día a día.

Queremos desearles a todos un renacimiento de esperanza en cada corazón, tanto en estas navidades como en este importante año 2016 que hoy recibimos, y que esperamos con nuestras fuerzas renovadas y nuestra esperanza inspirada. Quiero hacer un llamado de reflexión a todos los sectores que inciden en la vida nacional para que de una u otra forma lleguemos al corazón de tantos que se han salido del ambiente de paz y convivencia civilizada, con excesos que no honran a nadie y muchas veces avergüenzan familias, instituciones y partidos políticos, que son la base de nuestro tortuoso proceso democrático.

Que este año electoral que se aproxima sea una oportunidad de oír la voz del pueblo que necesita al precio que sea inspirar la paz y el libre juego de las ideas para que vivamos en un país justo y con iguales oportunidades para todos.

Como hemos visto muertes inauditas producto de falta de sentido humano, insistimos en remover mar y tierra para que nuestro país reverdezca el estado del sosiego, la confraternidad y el entendimiento, para rescatar la imagen de país confraterno, noble y valiente que tanto nos ha ayudado para que nos visiten millones de turistas.

Finalmente quiero extender mi más sentido pésame y dolor sincero por la partida a destiempo de uno de mis grandes amigos que influyo mucho en mi vida con su predica y entrega de paz, amor y solidaridad. Mi gran amigo Ing. Pedro Guerra, que Dios le reserve el justo lugar para hombres nobles y buenos de verdad en la tierra. Recordemos que la vida son las vacaciones de la muerte. Hasta el próximo jueves.