SANTIAGO.- ¿Qué tan costoso resulta morir en República Dominicana? Al pasar la Semana, cuando parece ser estresante volver a la cotidianidad nos encontramos con la dura realidad de lo que le cuesta a las familias sepultar un difunto.
Es una paradoja tener que hablar del negocio alrededor de la muerte, pero así es un verdadero intercambio comercial se produce para sepultar una persona.
Se trata de los vendedores que se dedican a comercializar los ataúdes y que como opinan algunos ciudadanos se ha convertido en un negocio muy rentable en especial en los días posteriores a los feriados en que el índice de muertes por accidentes aumentan.
Sin embargo, hay quienes se quejan por los altos costos que en laactualidad deben pagar por una simple caja para entrar un cadávertanto así que más de uno hasta lo califica como un abuso de loscomerciantes.
En un sondeo realizado por periodistas de el Nacional por las inmediaciones del hospital José María Cabral y Báez de aquí donde convergen un total de seis funerarias, se pudo confirmar que como locontó Juana Núñez al pobre la caja de muerto, le cuesta más que la vida.
Según los vendedores, en estos negocios, desde siete mil hasta setenta mil pesos es el aproximado de lo que una persona debe pagar para comprar un ataúd, féretro o caja de muerto. Todo depende del material del que esté construida las de metal son las más costosas, indicaron tres de los seis vendedores de las funerarias que circundan la zona del hospital donde el comercio inicia desde que llega un enfermo al centro de salud.
Y es que como lo informó Teonilda González, los dueños de las funerarias tienen sus buscones dentro del hospital que se pasean constantemente por los pasillos, esperando que se muera uno para ofrecerle de una vez la caja y hacer su negocio con el muerto.
En este sentido, informó que hay quienes abusan porque saben que comprar un ataúd no es un lujo, sino una necesidad y por eso no escatiman para subirle el precio, indicó.
Una situación a la que como opinan moradores en esta ciudad debería buscársele una solución que beneficie a la clase pobre del país que en la mayoría de los casos tienen que hacer un lío para comprar una caja a un cuerpo que ya ni siquiera tiene vida.
Filomena López consideró como una buena alternativa que las autoridades del gobierno tomen cartas en el asunto y destinen un fondo para la construcción de los ataúdes de materiales no tan costosos para aliviar un poco el dolor de cabeza de aquellas personas de escasos recursos económicos.
Mientras que otros opinan que se trata de un asunto de conciencia y que son los mismos dueños de las funerarias que deberían considerar fabricar ataúdes con materiales menos costosos que sean accesibles por lo menos para la mayoría. Y en este sentido, los propietarios de las funerarias consultados coincidieron en que el costo de los ataúdes está relacionado al material con que se fabrican al tiempo que trajeron a colación que los ataúdes no son regalados para nosotros, tenemos que comprarlas y ese material cuesta. Informaron que ni siquiera los hacen aqu, sino que los envían desde Santo Domingo y San Pedro de Macorís.
EL DATO
Iniciadores
La funeraria San José fue el primero de estos negocios que se estableció próximo al hospital José María Cabral y Báez y como lo contó el propietario del lugar, cuando iniciaron era un negocio rentable, pero ahora es mucha la competencia.

