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Las horas más oscuras

Las horas más oscuras

El sábado 15 de febrero de 2020 comenzó como un día normal previo a las elecciones municipales. Como dirigente del PRM en mi zona de Naco, con responsabilidades en más de 70 colegios electorales, tuve que dedicar tiempo en horas de la mañana a verificar con los coordinadores de recintos que todo estuviera en orden, y dejar organizado para que nuestros delegados recibieran sus acreditaciones y kits.

Cerca del mediodía, me dirigí al comando de operaciones del PRM, y allí, recibimos reportes de actos de violencia en distintos puntos del país, y junto a Jesús Vásquez, Coordinador Electoral de la Campaña, y Deligne Ascención, nos dirigimos luego a reunirnos con el presidente de la Junta Central Electoral, previa cita concertada. Tuvimos un buen intercambio de informaciones, el presidente de la JCE comprobó con el Jefe de la Policía Militar Electoral la veracidad de los casos denunciados, y nos prometió dar el debido seguimiento.

Volví luego a la JCE, cerca de las 6:30 pm, junto a otra comisión del PRM, integrada por Roberto Fulcar, Coordinador de Campaña; Milagros Ortíz Bosch, Tony Peña Guaba, César Cedeño y Geanilda Vásquez, dando seguimiento a los actos de violencia, y reiterando nuestro interés supremo de que la jornada prevista para el domingo fuese exitosa.

Luego de despedirnos, me retiré a mi zona política, pensando ya en la jornada del domingo, pero mi tranquilidad no duró mucho porque ahí recibí la llamada de Siquió Ng de la Rosa, nuestro candidato a alcalde de San Francisco de Macorís, informándome que su foto no aparecía en los equipos de voto automatizado de dos colegios electorales de su ciudad, despertando todas las alarmas.

Más adelante, me llamó el presidente del partido y senador José Paliza, comunicándome que, en el municipio de Puerto Plata, de 60 colegios electorales, en 15 no aparecía la boleta completa del PRM. En la medida en que el tiempo seguía, los reportes incrementaban. Ahí decidimos volver a la sede de la JCE, cerca de las ocho y media de la noche, y les avisé a delegados de otros partidos de oposición.

En la entrada principal de la JCE, me encontré con el Director de Informática y el Director de Elecciones, quienes nos informaron que iban a la Junta del Distrito para coordinar la apertura de cada una de las unidades de voto automatizado en los 18 municipios para hacer un “testing” de la boleta, a lo cual nos opusimos se hiciera sin la presencia de los delegados de los partidos en cada colegio electoral.

Personalmente llamé a los observadores de la OEA, quienes desconocían todo lo que estaba ocurriendo. Fue el inicio de las horas más oscuras, presagio de lo que sería el día de luto de la democracia dominicana, con la suspensión de las elecciones municipales en todos los niveles. (Continuará).

El Nacional

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