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Lentitud trabajos desespera a comerciantes y residentes Ciudad Colonial

Lentitud  trabajos desespera a comerciantes  y residentes  Ciudad Colonial

A más de dos años de iniciados, la lentitud y la improvisación caracterizan los trabajos de restauración y embellecimiento de la Ciudad Colonial, que implementa el Gobierno con una inversión de 32 millones de dólares del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

La obra, a cargo del Ministerio de Turismo, se desarrolla en un ambiente de quejas, denuncias e insatisfacciones desde que fueron iniciados en noviembre del 2013, con la promesa de que estarían terminados en septiembre de 2014.

El descenso de las ventas, el déficit de estacionamientos y el tratamiento, la duración de los trabajos y el tratamiento a los monumentos coloniales, son algunos de los temas de controversia.

La gran movilización de tierra, camiones y palas retroexcavadoras en el mismo centro del parque Colón, para soterrar los cables del tendido eléctrico de la zona, evidencia el grado de improvisación en la ejecución del ambicioso proyecto.

Las excavaciones causaron extrañeza toda vez que el parque Colón es uno de los atractivos de la Ciudad Colonial más visitado por los turistas, debido a su proximidad con la Catedral Primada de América, a tiendas de regalos, hoteles y centros de diversión.

Ese nuevo foco de lodo, ruido y polvo se produce a pocos meses del traumático proceso que conllevó para el comercio, el turismo y los habitantes del lugar la apertura simultánea de las calles Arzobispo Meriño, Restauración, Padre Billini e Isabel la Católica.

Otro levantamiento de tierra, aunque en menor escala, para soterrar los cables de las empresas telefónicas, tiene lugar en la intersección de las calles Mercedes y Arzobispo Meriño.

El ingeniero Teodoro Tejada, expresidente del Colegio de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (Codia), consideró una grave anomalía los movimientos de tierra para introducir tubos y cables luego que la obra lleva más de dos años de iniciada.

“Ahí hubo una mala interpretación del diseño de la obra o una falta de planificación de los ejecutores del proyecto”, manifestó Tejada.
Afirmó que a veces la planificación para una obra se cae por descuido de los supervisores de las mismas.

Dijo que otra posibilidad es que los tubos y los cables que soterraron los operadores resultaran insuficientes y aseguró que hechos de ese tipo son resultado de la improvisación.

“Esa es una falta de planificación que duplica el costo de la obra”, cuestiona el regidor del Distrito Nacional, Waldis Taveras.

Alcances proyecto

El proyecto incluye la mejora integral de las calles de la Ciudad Colonial, soterrar los cables de los servicios eléctrico y telefónico, nivelar el pavimento, corregir las anomalías en el drenaje pluvial, la iluminación y la vegetación.

También, un Plan de Movilidad Sostenible, que establecerá un control vehicular, ciclo vías, estación de transporte multimodal, aparcamientos en superficie y señalización vial. Además, la restauración de las fachadas de los edificios.

Los operadores del proyecto están trabajando varios tramos al mismo tiempo, pero con una lentitud que espanta, preocupa y desespera a los dueños de negocios, incluyendo a los taxistas que afirman que sus ingresos han bajado estrepitosamente.

En la calle Arzobispo Meriño, Marcos Manzueta, propietario de la galería de arte María del Carmen, resalta que los retrasos en la obra están dejando a los comerciantes de la zona sin clientes.

“No han hecho una buena planificación de la situación. Nos estamos quedando sin turistas”, dijo.

4-5_Actualidad_06_1,p01El hotel Francés

Ninguna persona se observa trabajando en la demolición del hotel Francés, cuya estructura se desplomó a principios de mayo del año pasado, como consecuencia de las excavaciones en la zona.

El establecimiento, una mansión colonial del siglo XVI, ubicado en la intersección de las calles Mercedes y Arzobispo Meriño, se desplomó en mayo del año pasado y debe ser reconstruido.
Sin embargo, los trabajos caminan a “paso de tortuga”.

La lentitud también caracteriza el ritmo de trabajo en el proceso de restauración de las fachadas de los edificios coloniales.

Alejandro Alberto Abreu, dueño de la tienda El Frutal, se queja del déficit de estacionamientos en la zona y habla de cómo esa situación afecta las ventas en su estacionamiento.

“La gente llega a la Zona Colonial y se va porque no hay donde estacionarse”, expresó y señaló que no se explica por qué las aceras del lugar deben ser tan amplias.

Desde un asiento del parque Colón, Manuel Mojica asegura que en los 15 años que lleva como taxista en la zona nunca había tenido una situación tan difícil, debido al déficit de parqueos.

“No nos dejan trabajar, tenemos que recoger y dejar los turistas muy lejos. En medio de esta inseguridad, algunos creen que los recogemos lejos para atracarlos”.

Cuenta que, debido a las múltiples incomodidades que sufren en la zona, la mayoría de los turistas se hospedan en hoteles del centro de la ciudad y llegan a visitar los parques y los monumentos coloniales en taxis que los recogen en esos establecimientos.

“Estamos perdiendo dinero. Nuestros ingresos han bajado mucho”, precisó Mojica.

El regidor Waldis Taveras afirmó que una de las dificultades del proyecto de restauración y remozamiento de la Ciudad Colonial es la ausencia de normativas para estacionamientos.

Asimismo, consideró que los obstáculos colocados para obstruir el estacionamiento de vehículos encima de las aceras no se corresponde con las características de la zona, porque fueron fabricados en aluminio tallado, un material que no era usado en la época colonial.
“Tú no me puedes poner modernismos en una zona antigua”, afirmó.

Los monumentos

Otro tema de controversia es el manejo que han dado los operadores del proyecto a los monumentos coloniales.

El ingeniero Tejada asegura que algunos monumentos y casas de la zona sufrieron daños en sus estructuras por el mal manejo en las excavaciones en las calles intervenidas.

“En las zonas coloniales no se usa vibración en las excavaciones”, precisó el expresidente del Codia.

“Tuvimos una crisis fuerte porque ellos cavaron más de lo que se debía para introducir todos los cables y tubos”, significó.
La arquitecta Risoris Silvestre, presidente del comité dominicano del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios Icomos Dominicano y especialista en conservación de monumentos, aseguró que “la intervención en las calles no ha tenido el cuidado de un centro histórico”.

Silvestre, graduada de arquitectura en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), con una maestría en conservación de monumentos de la Universidad de Michigan, consideró que los manejadores del proyecto debieron buscar asesoría de los expertos y las instituciones nacionales especialistas en el tema.

El abogado Edwin Espinal Hernández, miembro de Icomos, cuestionó la inefectividad en la aplicación de la normativa legal referida al patrimonio cultural. “Las instituciones a las que corresponde su ejecución carecen de los medios económicos y humanos para ello”.

Un apunte

Por el turismo
Entre los objetivos del proyecto de restauración y embellecimiento de la Ciudad Colonial, figura el dinamizar la competitividad del sector turístico dominicano, a través de una diversificación de la oferta actual, para satisfacer segmentos de demanda de alto gasto y generar mayores beneficios para la población local e incrementar el ingreso y el empleo generado por el turismo en la Ciudad Colonial.

Pilar Moreno

Periodista de vasta experiencia en el periodismo educativo y político