3 de 5
La Zona Colonial estuvo encerrada por un muro de protección hasta que en el mes de febrero de 1884, un decreto presidencial del general Ulises Hereaux (Lilís) ordenó la demolición de la muralla para prolongar las calles Mercedes, Santo Tomás y Misericordia, hoy Arzobispo Portes.
Con el desarrollo de Ciudad Nueva, que fue el primer sector extramuros de la ciudad de Santo Domingo, comenzó la expansión urbana que desbordó la muralla.
Esa zona, al oeste de la ciudad de Santo Domingo, era una llanura extensa llamada Sabana del Estado o del Rey.
Los límites comenzaban desde el fuerte de San Gil, hasta el parque Independencia y seguían por todo el camino de Güibia, hasta llegar a la Estancia de Damián Báez.
En esa franja de terreno paralela a las murallas, comenzaron a levantarse algunos casas junto a los muros.
Este sector se expandió rápidamente, lo que aprovechó Lilís para emitir su decreto que ordenaba demoler parte de la muralla.
Se ha establecido que el primer plano de Ciudad Nueva fue diseñado por el ingeniero J. M. Castillo en el 1884.
Otro plano fue hecho por don Casimiro Nemesio de Moya, en el 1900. En este se destacan las brechas que se le realizaron a la muralla de Santo Domingo en el lado oeste.
Cinco calles se extendían fuera de sus muros, San Pedro, Misericordia, Padre Billini, Santo Tomás y Mercedes.
La primera calle que se construyó extramuros fue la Pina. Luego le siguió la Estrelleta.
La tercera calle fue la Cambronal y la cuarta calle fue la del Número.
Ciudad Nueva era prácticamente considerado en la época como el patio de la zona colonial, por el ambiente de recreación marginal que proporcionaba en el lado oeste de la muralla.
Al concluir el siglo XIX, parte de esta muralla había sido demolida.
Los ladrillos de la muralla fueron utilizados para reconstruir casas y edificios en los lados de las calles Palo
Hincado y Pina
La muralla poseía y puertas de entrada y fuertes. Las puertas eran cerradas al anochecer para proteger a los habitantes de ataques e invasiones enemigas.
En la actualidad se preservan varias de las puertas que daban acceso a la Ciudad Colonial.
Las puertas conservadas son las de carácter monumental, como la de la Misericordia, El Conde y la de la Atarazana.
Tras la destrucción de la muralla la Zona Colonial experimentó cambios profundos.
En Santa Bárbara la muralla ha perdido los vestigios de las puertas que daban acceso por esa parte a la ciudad. Solo se conserva algún vestigio en la calle Arzobispo Meriño, cerca del fuerte de Santa Bárbara.
En este muro trabajaron brillantes ingenieros militares, en las distintas épocas como Bautista Antonelli, Rodrigo de Liendo, Juan de Rabee, , Juan Bautista Ruggiero y el maestro constructor Marcos de Cáceres.
Fuertes de la muralla
La muralla tenía su sistema defensivo constituido por los fuertes San Gil, Concepción, San Antón, Angulo, San Diego, Invencible, Ozama, y San Jorge.