Cuando viaje a República Dominicana, sobre todo a Santo Domingo, iré con la aprensión de que puedo ser apresado por miembros de la Policía Nacional, porque tengo muchas posibilidades de ser uno de los de rojo.
El doctor Santiago Castro Ventura fue apresado, esposado, y llevado al destacamento de San Carlos por miembros de la uniformada porque al identificarlo en computadora, dio rojo. Es muy posible que ahora, con la reforma de la Policía conformemos dos segmentos: los de rojo, y los demás.
Se da el caso contrario de hace unas décadas, cuando los peledeístas, es decir, los morados, eran los serios. Los contrarios y la población, la chamusquina. Pero hay roles distintos en cuanto a los colores.
Los morados eran los buenos, y ahora los del código rojo son los malos, aunque sean gentes serias. Esto, por rechazar las políticas públicas de los gobiernos de Joaquín Balaguer; hay viejas fichas que ya deben ser pasivas o eliminadas. ¿Retornarán los tiempos de opresiones infundadas?.
Aunque estuve en el Alma Mater de la UASD cuando nos movilizamos en 1972, Castro, fue el apresado. Pero, es posible que yo tenga una ficha enrojecida. Siendo un imberbe fui encerrado tras los barrotes del penal de La Victoria; ocasión en la que también se me fichó. Eso ocurrió en 1967, aunque en varias ocasiones fui detenido y conducido a destacamentos policiales.
Si Castro Ventura, exdirigente del grupo Fragua, que es una celebridad; expresidente del Colegio Médico Dominicano (CMD); además historiador, fue atropellado, ¿qué pasaría conmigo?