Es un libro abierto. Accesible y comprensivo, cuya obra de gobierno es el resultado de sus cualidades humanas, morales, profesionales y políticas.
Justo y equitativo, escucha y se mantiene pendiente a las necesidades de la gente, procurando soluciones, en atención a las urgencias en cada caso que se le presenta.
En ese orden, jerarquiza lo colectivo, lo que beneficia a la comunidad, por encima de las demandas particulares, conducta que no excluye a familiares, amigos y cercanos.
Estadista probado, ha mostrado capacidad en la toma de decisiones sabias y prudentes, incluso en los momentos más cruciales de estos cinco años.
Ningún otro mandatario en los últimos sesenta años -para contextualizar su mandato en una época-, ha logrado una conexión tan directa, cordial y activa, como la que mantiene Abinader con su pueblo, ejerciendo así un liderazgo efectivo y proactivo. Responde y enfrenta las situaciones presentadas, sin pérdida de tiempo.
La de los presidentes intocables, insensibles y ajenos al provenir de la población, es ya en nuestro país historia del pasado.
Este gobierno se caracteriza por un modelo de comportamiento donde la condición del estadista se mezcla y se une con la del ciudadano de a pie. Podemos hablar, sin lugar a duda, de un antes y un después de Abinader, y el tiempo nos dará la razón.
Eliminada la distancia que ponía un abismo entre el pueblo y el Presidente, la cercanía y la calidez marcan ahora las relaciones pueblo-gobierno.
Sin embargo, no le ha faltado determinación, buen juicio y coraje para defender nuestra soberanía e intereses ante las presiones externas con pretensiones de imponernos una política migratoria tendiente a normalizar y legitimar la presencia excesiva de nacionales haitianos en nuestro territorio.
Integridad y transparencia fuera de la menor duda, su honestidad es refrendada, día a día, en la toma de decisiones acertadas y responsables, que le hacen digno de confianza, condición endosada a la administración pública y extendida, consecuentemente, al servicio exterior.
De ahí, el beneficio que nos da tener las puertas abiertas en todos los mercados. Con resultados evidentes en la inversión, el comercio y el turismo. Las estadísticas están ahí, y no nos dejan mentir.

