Opinión

Luto en Las Matas de Farfán

Luto en Las Matas de Farfán

La hidalga y siempre gloriosa municipalidad de Las Matas de Farfán, San Juan de la Maguana y otras regiones están de luto, en ocasión del inesperado deceso de una de sus ciudadanas, honorable, laboriosa y queridísima Altagracia Roa Castillo (Doña Lourdes), fecundidad de una prestante y reconocida familia, que ha honrado su noble tierra y la dominicanidad: La Roa Castillo.

Temple de mujer, orgullo familiar y social, ampliamente conocida y respetada por sus virtudes y dotes de Ilustre matera, quien supo enaltecer su pueblo, sus raíces y seres queridos, sembrar y dejar huellas de dignidad y vistosidad imborrables.

Nació y vivió inspirada en los deberes, la solidaridad, el amor fecundo, la sinceridad como carisias primaverales, la práctica del bien en el trabajo, cual divina esencia hasta los últimos instantes de su fructifica vida, llamada por Dios, infinito señor, donde se encontrará cercana a morada celestial.

Doña Lourdes, inmenso y extraordinario ser humano de luces, amor, bondades a imitar, cimentó una distinguida familia que has seguido su luminosa trayectoria, sus entrañables y adorados hijos del corazón, Melkis, Manuel Joaquín, José Antonio, Valentín, Argelia y Hada (Ladis).

Y así, la conjunción de sus idolatrados hermanos, ciudadanos ejemplarizantes, nobles, baluarte del trabajo, la profesionalidad, honradez que han sabido prestigiar las glorias y lauros de Las Matas de Farfán, a los suyos, el civismo, rectitud de acciones y conciencias y alma de la patria.

Me refiero al inmenso humanista y hombre pueblo, Dr. Tirso Roa Castillo, Daniel, Noris, Tito, Rosa, Papito, Ana, Yiseida, Arturo Roa Castillo, Ulises y Ramón, estos dos últimos fallecidos.

De ahí que la Prof. Doña Lourdes, creía en las frases de Aparisi y Guisarro: “La educación es un seguro para la vida y un pasaporte para la eternidad”, y porque su existir fue limpio, cual valle de excelsitud, ella proclamo a Ibsot: “el principio de la educación es practicar con el ejemplo”.

Doña Lourdes deja a su familia en Las Matas de Farfán y a las presentes y futuras generaciones, haber servido con eficacia a San Juan de la Maguana, 50 años como secretaria docente y profesora, un legado imperecedero de amor, paz, nobleza, apoyo, ayuda para todos, siembra de la fe como bienhechora de amor verdadero y divino.

Tomas Campell dijo: “Vivir en el corazón de los que dejamos detrás de nosotros, no es morir”. Este emocionante pensamiento está latente en el pensamiento y corazón de la familia Roa Castillo, y así tal escribió José María Peman: “A una madre se le quiere siempre con cariño, y a cualquier edad se es niño, cuando una madre se muere”.

La existencia de doña Lourde fue crear, educar, querer, hacer y laborar, y tal como escribió Martí: “Amar, amar, amar siempre y con todo el ser y con la tierra y con el cielo y los claros del sol y lo oscuro todo, porque amar por toda la ciencia y amar con todo anhelo”, Adios dona Lourdes, descansa en paz.

El Nacional

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