SANTIAGO. A pocos días de iniciado el IX Censo Nacional de Población y Vivienda, son varias las experiencias de los empadronadores por lo menos los que transitan por las distintas calles de esta ciudad, tratando de dar con la cifra de la cantidad de habitantes y viviendas existentes en el país.
Y aunque en un recorrido realizado por los distintos barrios, los supervisores de áreas y encargados de polígonos informaron que todo ha transcurrido normal y que el desarrollo del censo ha sido todo un éxito.
Algunos empadronadores contaron experiencias no tan normales de las que han vivido.
A las 9:30 de la mañana del primer día, Paola Jiménez una de las empadronadoras del barrio La Joya, fue observada por El Nacional momentos en que entraba a la vivienda #38, de donde salió treinta minutos después de haber abordado a los residentes con 60 preguntas, y poner en la puerta de la casa el sticker de censado.
Paola contó que las personas se quejan por la cantidad de preguntas que incluye este censo y que algunos hasta me dijeron que le estaba quitando mucho tiempo, otros empiezan a preguntar que cúantas preguntas son en tono irónico.
Asimismo dijo que en lo que va del censo y en su recorrido por algunas casas, pudo comprobar la falta de comprensión que como dijo va ligado con el nivel educativo de las personas, en este sentido manifestó que hay quienes ni siquiera entienden lo que se les está preguntando y son preguntas básicas y muy sencillas. A veces pareciera que dicen que sí, sin saber lo que se les está preguntando.
De igual modo dijo que un señor del mismo sector se negó rotundamente a que entrara a su casa y desde que la vio pasar empezó a vociferar que él no iba a dejar que lo censaran.
¡No voy a perder mi tiempo con eso! Era lo que vociferaba ese hombre de unos 60 años aproximadamente, según la joven empadronadora.
Mientras que Angelina Gil una de las empadronadoras en el barrio Hato Mayor, dijo que en algunas de las casas en que ha entrado a censar, la han visto como un medio de desahogo en contra del Gobierno, la gente empieza a hablar mal del Gobierno antes de responder a las preguntas y por eso me he dilatado un poco más en algunas casas dijo.
También expresó que ha recibido algunos insultos de personas que afirmando que este censo es una pérdida de tiempo y una mala inversión del Gobierno, hasta le han referido que cómo pueden prestarse para eso.
Según Anyelina estas respuestas dejan al descubierto la falta de conciencia y educación de algunos ciudadanos en este país que no saben distinguir lo que se hace para el beneficio de la ciudadanía y lo que es exclusivamente para beneficiar al Gobierno sostuvo.
Lo cierto es que los empadronadores continúan activos por las distintas calles de Santiago, tratando de dar con una cifra más o menos exacta del número de personas y viviendas.
El Daato
Un total de 60 preguntas relativas a la población, viviendas, datos económicos y demográficos contiene este IX Censo Nacional de Población y Vivienda 2010.

