CABO HAITIANO. Haití. El presidente haitiano, un artista popular de un género caracterizado por sus líricas impregnadas de ideas sobre el amor y en oportunidades explícitamente sexuales, ha tenido que hacer un proceso de transformación tras asumir, en un giro sorprendente de su vida en los escenarios, para acomodarse a un rol para el cual cuenta ahora con deseos de sacar las masas haitianas de su miseria, emprender el camino hacia el desarrollo y tratar de hacer lo que resultó imposible para los políticos tradicionales.
Su misión no es fácil, pero tiene para ese fin, factores a su favor: una capacidad de comunicaciñón y encanto en su discurso en vivo frente a la gente y la asesoría y el apoyo de personalidades especializadas en áreas que no maneja: economía, cultura, turismo.
Los partidos opositores (el de René Préval y el de Jean Bertand Aristide) han boicoteado, apoyados en su mayoría los diputados, la designación imprescindible de un primer ministro, cargo que resulta crucial para poner a funcionar el gobierno.
El economista y empresario, católico practicante, Daniel Rouzier, fue rechazado, como parte de los mecanismos inter-partidarios para forzar a Marrelly a negociar la designación.
Encanto comunicativo
Michel Martelly es decididamente sencillo y su comportamiento es populista: entra en contacto con la gente, (dentro de las condiciones de seguridad de un país en el cual hay gente capaz de todo), escucha a quienes se le acercan, se dirige a la gente, y tiene un discurso encendido y bien estructurado, como lo demostró en Milot, comunidad turística que depende de la visita de extranjeros a los monumentos nacionales del Palacio de Sans Soucí y La Citadelle, pese a que anunció allí que tendría que desalojar a todas las familias que han construido viviendas dentro de los terrenos del Palacio, para alojarlas en un barrio nuevo que ordenó construir alejado, relativamente, del patrimonio mundial declarado por UNESCO en 1982.
Cuando hablaba el presidente haitiano, sus palabras llegaban a la población presente, que mostró además gran disciplina al colocarse en torno a la línea marcada por la seguridad.
Martelly les dijo a los haitianos de Milot que ha llegado al poder para removerles de la miseria y de la que sostiene muchos haitianos -por estar inmersos en ella- no tienen la conciencia de la necesidad de salir de ese estado.
¿Botellazos o atentando criminal?
El pasado domingo se produjo un incidente cuando un grupo de haitianos lanzó botellas y piedras a la comitiva presidencial en una caminata en la entrada de Cabo Haitiano.
El Presidente, que no resultó herido en una mano como dicen cables internacionales, se negó a suspender su caminata como le recomendó la seguridad y siguió adelante. Posteriormente solicitó la excarcelación de los 23 detenidos a raíz del hecho. Los informes le dieron al incidente un carácter de atentado criminal, ubicando en el lugar a un mercenario con un fusil, pero no se ha establecido la veracidad del hecho.
UN APUNTE
Espejo
El sociólogo haitiano Eddy Lubert, una de las personalidades fundamentales de la cultura, sostiene que la gente del pueblo se siente como ante un espejo cuando le habla el presidente Michell Martelly. Lubert es proponente de un proyecto nacional cultural que una todos los sectores de la sociedad haitiana.

