Opinión

Ministro y consumidores

Ministro y  consumidores

Namphi Rodríguez

Hay ministros de este gobierno a quienes tenemos que reconocerles la habilidad y el desenfado con que manejan su retórica frente a los medios de comunicación, convocando improvisadas conferencias de prensa palaciegas para abordar temas que ni siquiera los periodistas saben de qué se les habla.

Su versatilidad llega a extremos, de forma que a ratos pueden disertar sobre economía, luego de salud y después de asuntos relacionados con la seguridad nacional, el cambio climático o los providenciales programas gubernamentales de dádivas a los pobres.

Son verdaderos malabaristas de la opinión pública, afanados por acudir al circo de la “civilización del espectáculo” de que habló Mario Vargas Llosa.

Se ufanan de llenar, pretendidamente, el vacío en la opinión pública que ha dejado la falta de contacto del presidente Danilo Medina con los representantes de los medios de comunicación.

En ese rol cometen yerros grotescos, como decir que las encuestas están por encima de la Constitución de la República u ofrecer datos maquillados sobre la erradicación de la desnutrición secular en este país.

Claro, su lógica es la de la burbuja de las encuestas, las adivinanzas políticas y el esoterismo.

Por esa razón no nos debe extrañar una reciente rueda de prensa en Palacio en la que un ministro anunciaba con bombos y platillos que el Gobierno saldría a defender, a capa y espada, la salud de la población mediante la puesta en vigencia de una serie de leyes que datan del 2001 y que han invernado un largo sueño, pese a ser esenciales para proteger la salud de los consumidores.

Como el tristemente célebre coronel Aureliano Buendía, el señor ministro “descubrió el hielo” al darse cuenta que existe un cuerpo de normas que debe garantizar que sea cierto lo que dice el etiquetado de los productos.Y, de inmediato, se lanzó al destello de los flashes y las cámaras para anunciar una medida redentora.

Garantizar la salud de la población mediante productos idóneos no es una dádiva ni un regalo del Gobierno, es un derecho constitucional, consignado como prerrogativa fundamental en la Constitución.

Si hay una cosa que es resaltable en esa conferencia de prensa convocada para “defender al pueblo”, es que el Gobierno admitió que ha estado en falta al no cumplir con el mandato de las leyes y de la Constitución.

La salud del pueblo no se defiende desde un gélido despacho con una conferencia de prensa, sino con acciones concretas y responsables.

Si el Gobierno quiere garantizar la integridad y seguridad de los productos que se venden en el mercado dominicano que construya un laboratorio a Proconsumidor para determinar la veracidad de los componentes del etiquetado de los bienes que se expenden en el país.

El Nacional

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