La escuela agrícola fue instalada en Haina, en San Cristóbal en 1925, un año después fue trasladada a Moca, ya que el sitio original era eminentemente palúdico y no había allí un buen suelo agrícola, con ausencia de fincas explotadas racionalmente en frutos que constituían la riqueza agrícola de esos tiempos. Fue puesta a funcionar por el presidente Horacio Vázquez.
Los primeros profesores fueron importados desde Europa, y se trató de los doctores
Ciferri, Rozeto, A. E. Barthe, E. Balzarotti, Arrocha, M. Palacios, Conti; y la profesora Fanny de Cervantes. Comenzó con doce estudiantes becados de los cuales se graduaron diez en 1926.
Los primeros agrónomos graduados en la Escuela Agrícola en el año de 1926, fueron: Juan Pablito Duarte, Temístocles Herrera, Manuel A. De Moya, Henry López, José Larraurih, Juan B. Díaz, Andrés González, César A. Campos, Carlos Báez y Rafael Perdomo Michel.
El Colegio Agrícola fue oficializado por la ley No. 636 del Congreso Nacional de Abril de 1925, Ley que fijaba sus atribuciones y los títulos que podía otorgar de Bachiller en Ciencias Agrícolas y de Perito Agrónomo. Para ingresar a la Escuela se requería una Certificación de Estudios Primarios Superiores y la edad mínima de 17 años. Las materias previstas en la citada ley eran las siguientes: Agronomía y Agricultura; Elementos General y Aplicada, Elementos de Física, Mineralogía, Fitopatología, y Entomología Agrícola, Botánica general y Agrícola, Zootecnia; Agrimensura, Mecánica e Hidráulica Agrícola, Estimación y Contabilidad Agrícola entre otras.
El gobierno pagaba RD$30.00 mensuales por beca. Los primeros diez estudiantes que merecieron la aprobación y a los que se le otorgó el título de Bachiller en Ciencias Agrícolas fueron entre otros Rafael Perdomo Michel y Juan Pablito Duarte.
Sobre hipismo
Como afirmamos en el principio, el hipismo ha sido un deporte predilecto de los mocanos; ya por el año de 1872 el Ayuntamiento de Moca emitió una ordenanza regulando las carreras de caballos en el pueblo; todavía a principios de siglo estas carreras eran muy populares.
En 1920 funcionó el primer hipódromo llamado Patria y Unión, propiedad de don Toño Rojas, el cual estaba ubicado en donde están los almacenes de la empresa compradora de tabaco OVECA, donde trabajaron Ramoncito Núñez (El Venao) y Elisio Estévez.
Don Toño tenía una grande y muy buena cuadra de caballos; también tenían cuadras los Cáceres, los Cabrera, los Lara y don Luciano Hernández, entre otros.
A este hipódromo venían a competir caballos de Santiago y otras provincias del Cibao. Es bueno saber que don Ramón Cáceres fue uno de los grandes jinetes de Moca de finales del siglo pasado y a principios de este.
Don Ramón Cáceres, siendo un jovenzuelo era de los ídolos de las jóvenes de esa época, en casi todas las oportunidades que competían ganaba las carreras, también las recordadas carreras de cintas a caballo que se celebraban en las fiestas patronales a la Virgen del Rosario, patrona del municipio de Moca.
El destacado poeta Juan José Llovet describió en el periódico La Opinión una famosa cabalgata celebrada en Moca en las festividades de la Feria del Cacao, en el año 1927 y decía : Lo que más me plació de Moca fue la arrogante y viril cabalgata del domingo. Los jinetes y los caballos de Moca son, sin disputa posible, los mejores de la República.
Además es bueno dar a conocer que los generales Francisco Antonio Salcedo, Telésforo Hernández, Raúl y Eliseo Cabrera, Don José María Rodríguez y el coronel José Contreras, fueron grandes y destacados jinetes de Moca y de la República Dominicana.
El segundo y último hipódromo del siglo pasado que funcionó en Moca fue llamado El Benefactor, que fue formalmente inaugurado el 29 de abril del 1945. Existía una gran instalación en el mismo lugar donde hoy está el Barrio Mejoramiento Social (Gregorio Riva). El Stand, estaba donde hoy se encuentra la casa de familia de los esposos Paricio Comprés y Miguelina Sanabia.
Ese gran Stand fue construido por el maestro constructor don Fello Guzmán en la sindicatura del señor Chungo Pichardo. El administrador lo fue Antonio Morera y trabajaron en el mismo como taquilleros y en la ventana de los pools (mutuales): Diana y Antillana Pérez, hijas de don Ricardo Pérez; Elsa Pérez y Nena Minaya, también trabajó en el Depto. De Apuestas, Nicolás Caputo y don Quico Infante, que eran empleados del Ayuntamiento y eran utilizados en trabajos del hipódromo que era una dependencia edilicia.
En la cantina y otras actividades trabajaron Virgilio Martínez, Pay Pancho y Manuel Pichardo; como Jueces de salida trabajaron Don David Espinal y Federico Raposo (Daban el banderazo). Como jurados trabajaron don Francisco Pérez y el doctor Polón Henríquez, entre otros.
Fendón Espinal y Corondo eran taquilleros de las entradas de los bleachers, Ramón Antonio Pérez (Baro) trabajó en la limpieza y como Mensajero del hipódromo. La entrada costaba 50 y 25 centavos adultos y niños, respectivamente y funcionaba los domingos y días feriados.
Entre los jockeys (montadores de los caballos) se pueden mencionar: Careto, Antonio Caquito, Blanco el hijo de María Huesito, también otro joven llamado José; corría también el hijo de José Peña en el caballo de su padre que se llamaba Pajarito.
Las cuadras más importantes eran las de don Guayo Liriano, llamada La Tropical que tenía muy buenos caballos, entre otros: Tu y Yo, Tracir, Pensamiento(este en una oportunidad cojió al niño César Liriano, hijo de don Guayo y le dio la vuelta a la pista, con él mordido por el brazo), Peravia, Rubí, Cariño, Telémaco; este último pura sangre.
Trabajaba con don Guayo un señor puertorriqueño llamado Perucho Rodríguez que era veterinario; mientras que bañaba y alimentaba a los mismos el señor Negro Pérez (Chuchú).
Otra de las mejores cuadras era la de don Vinicio Perdomo (Las Mercedes) y sus caballos llevaban el nombre de piezas de automóviles, tales como: Generador, Bujía, Switch y Batería, además otro que le llamaban Pata Blanca, porque tenía las cuatro patas blancas y el resto del cuerpo era color melao.
También era dueño de los caballos el Sr. Epimenio Carrasco, ex militar.
Don Miguel Comprés tenía algunos caballos, uno llamado Capotillo y otro Cotubanamá.
Leonte Schott (héroe de la jornada de las Manaclas, junto al inmenso Manolo Tavárez Justo) y su esposa doña Ñaña Cáceres, también tenían caballos de carrera (doña Ñaña era una gran jinete), y uno de sus mejores caballos era: Nancy.
La cuadra de Leonte Schott y doña Ñaña se llamaba Estancia Nueva.
También tenían caballos los Cotes de Cutupú; don Fello Rojas era dueño de cuadra y la suya se llamaba Carmen, don Tuto Guzmán era otro de los amantes del hipismo y dueño de cuadra y tenía una yegua pura sangre llamada Carmelita. Nos cuenta Baro que un día se enfrentaron Generador,Carmelita, Nancy y Cotubanamá y Baro que se había dado cuenta de que algunos caballos estaban drogados le cogió prestado un peso a Antillana Pérez y jugó una mutual con Carmelita en primera y Generador en segunda, los que ganaron por estar endrogados y Baro ganó la mutual que dio un dividendo de RD$82.60 (¡cuántos cuartos!).
De Santiago participaban muchos caballos y recordábamos en especial uno blanco completo y pequeño, llamado Palerito que era un jet en la pista del hipódromo. Tuvo poco tiempo de operación y fue cerrado por los años de 1948, 1949. Quedó el Stand y el play de béisbol en el centro por muchos años. Recuerdo también que aquí hicimos varios cientos de jóvenes el servicio militar obligatorio, marchando en la pista abandonada del hipódromo y las instrucciones del manejo de armas (rifles de palo) y otras teorías se nos ofrecían sentados en el gran Stand por los sargentos Defrank y Reyes.
Por los años del 1958 fue destruido el Stand y la pista para el gobierno construir el barrio de Mejoramiento Social que fue bautizado con el nombre de Gregorio Riva. Parte de la madera del gran Stand se le cedió a los padres salesianos y se construyó en el play de los padres un pequeño Stand que duró por varios años.
Este estaba donde hoy está el oratorio a Don Bosco, al final de la calle José María Michel donde hoy está el Colegio Don Bosco.
En los últimos tiempos las competencias de caballos de paso fino se puso de moda en Moca y de los mejores exponentes podemos citar a Nené Villar, con varios caballos campeones nacionales e internacionales como Tito Livio, Independiente, Marichalo y otros grandes campeones de paso fino y bellas formas.