Los cambios en la equidad de género y aceptación de la población LGBT que se evidencian en la Sociedad Norteamericana en los últimos 5 años, parcialmente pueden ser atribuidos a la influencia de una exitosa serie televisiva, en la que se presentan de manera divertida, las actividades cotidianas de diferentes familias, una de ellas, la conformada por Can y Mitch una pareja homosexual.

Un estudio reciente encontró que en términos de la división en las tareas domésticas, las parejas del mismo sexo tienen mejor desempeño que las parejas heterosexuales. Las tareas domésticas se dividen de manera más justa y las mismas se asignan en base a las preferencias personales – en lugar de género, los ingresos , las horas trabajadas o la posición de poder en la relación.

En las parejas heterosexuales de sociedades como la nuestra, las mujeres implícitamente son responsabilizadas de hacer la mayoría de las tareas del hogar (limpiar, cocinar, fregar, lavar, planchar), incluso cuando trabajan a tiempo completo, en el hogar también tienden a gastar el doble de tiempo que los hombres, en estas tareas, esto sin incluir el cuidado de los niños.

Las parejas del mismo sexo eran mucho más propensos a compartir por igual el tiempo de trabajo de cuidado infantil de rutina – 74 por ciento de las parejas homosexuales frente a 38 por ciento de las parejas heterosexuales .Igualmente las parejas homosexuales eran más proclives a compartir por igual el trabajo impredecible de cuidar a un niño enfermo.

Contrario a las necesidades de los tiempos actuales, todavía muchas familias educan a sus hijos con una manifiesta inequidad de género, y las tareas domésticas solo la realizan las niñas y así «evitan» que los varoncitos cuando crezcan se vuelvan gais.